Soledad Pastorutti abrió la octava y penúltima “Luna de Platino” del festival Cosquín sentada sola y cantando el emotivo tema Los paisajes.
La santafesina devoró el escenario Atahualpa Yupanqui con una banda sólida que sonó potente toda la noche. Con sus canciones viajó por todo el norte argentino y festejó 29 años de carrera, la cual comenzó justamente en ese mismo escenario.
Además de la fiesta, la Sole (quien el viernes pasado subió al escenario invitada por su hermana Natalia) dejó algunos mensajes para los presentes, como por ejemplo el hecho de valorar el trayecto recorrido, los sueños alcanzados y las pequeñas cosas. Con lágrimas en los ojos, cantó la bachata Mi pueblo.
Los lentos folklóricos siguieron deleitando las almas del público presente, que por momentos curiosamente trataba de no hacer tanto ruido para que la voz de Pastorutti pudiera traspasar la pantalla televisiva con la misma dulzura con la que se vivía en vivo.

“A veces me sentí perdida, quise abandonarlo todo, pero gracias a ustedes seguí. Ustedes son la razón por la que estoy acá. No sé si habrá Sole para rato, pero por estos días voy a estar anunciando algo importante para que me sigan acompañando. Va a ser único e irrepetible”, expresó, muy emocionada.
Para el final, la artista dejó los temas más cantables y bailables; entre ellos, Vienes y te vas, El humahuaqueño y Cariñito. El tren del Cielo parecía marcar el cierre del show, además porque habían llenado a la cantante de espuma loca.

Sin embargo, gracias a la arenga, ella volvió con una remera de su merchandising e interpretó Todo cambia, con fotos de su pasado mostrándose en la pantalla grande. Ese momento abrió la canilla de llanto puro y una ovación de pie.
Un tanguero cordobés para emocionarse
Luego del show de Lucio Taragno, artista revelación 2024, Orlando Veracruz festejó sus 50 años de Consagración. El cantautor santafesino fue recibido por la Plaza con los brazos abiertos y otra ovación de pie para su cierre, junto a una gran compañía de bailarines.
Más tarde subió Ariel Ardit. El cantante de tango cordobés llevó a una invitada muy especial al escenario. Se trata de Adriana Oviedo, su mamá, con quien cantó Tu olvido y fueron aplaudidos con mucho cariño.

Cerca del escenario, casi al lado de la fosa donde se ubican los camarógrafos que hacen la transmisión, estaba Paz, novia de Ardit desde hace siete años, quien se emocionó hasta las lágrimas al ver a su pareja cantar. El cordobés fue excelente en su performance y emocionó a los amantes del tango. Profesional, apasionado y emocionante.
Luego del show impoluto de la Delegación de Santa Fe, llegó el turno de Gauchos of the Pampa. Diego “Cacho” García en el bombo legüero, Nelson Giménez en la voz principal, y en guitarra y arreglos, Juan Gigena Ábalos, nieto de Machingo Ábalos y miembro actual de Los Piojos y Ciro y los Persas.

Los gauchos 2.0, de elegantes trajes y momentos rockeros, fueron musicalmente al ángulo y homenajearon a aquel mítico grupo santiagueño que tanto hizo por su tierra.
Nahuel Pennisi y Jorge Rojas, fiestas bien festivaleras
Nahuel Pennisi enamoró a la Plaza con sus hermosas palabras y románticas melodías. A modo de fogón imaginario con todos, el cantante interpretó la zamba Jamás junto al público, que a estas alturas de la madrugada ya buscaba un poncho o campera para abrigarse.
El compilado de carnavalitos derivó poco a poco en una breve fiesta cuartetera con Universo paralelo. Nahuel arrancó este tema que lo consagró con los años y después le metió un toque cordobés para poner a la gente de pie. Para cerrar con el bis, el artista eligió Mundo junto a un grupo de bailarines jujeños.

Histriónico y galán, Jorge Rojas apareció en el Atahualpa Yupanqui a las 3 de la madrugada para arrancar la fiesta por sus 20 años de solista. A diferencia del sábado, cuando tocó con el Chaqueño Palavecino, el cantante dejó el sombrero de lado y tomó la guitarra para interpretar los “chacarerones” de la velada.
Con buena energía y una alegría desbordante, el artista y su excelente banda de músicos y bailarines le dieron todo a la gente y se llevaron aplausos de pie. El neuquino dijo que la Sole lo había emocionado mucho y le agradeció al público por el cariño que le dieron.

El cantautor se movió muy cómodo sobre el escenario y hasta le extendió la mano a varias de sus seguidoras que se derretían de amor. Su voz se llevó puesto todo, segura, audaz, pícara y profunda. Otra joya predilecta fue su corista, quien demostró tener un registro vocal a la altura de Jorge y tocó desde la guitarra hasta el acordeón.
Jorge Rojas con el Oficial Gordillo en Cosquín
Luego de un par de chistes con doble sentido para sus fans más devotas (y más zarpadas), Rojas desandó la fiesta con ritmos folklóricos variados y algo de pop.

El humor se hizo nuevamente presente cuando Jorge invitó a Miguel Martín, más conocido como el Oficial Gordillo, al escenario para hacer algunos sketchs y promocionar sus shows en el Teatro Luxor de Villa Carlos Paz. Ambos protagonizaron un inolvidable y divertido momento e hicieron reír a la gente.
Llegando a las 5 de la madrugada, largó la segunda Cacharpaya de la edición 65ª del festival, con El Entrevero. Los amantes del baile se quedaron hasta tarde y bailaron desde chacareras hasta chamamés, que a diferencia quizá de otras canciones que se escucharon en esta edición, tenían un dejo mucho más fiestero.

Le siguieron Flor Castro y Rocío Villegas; Cristian Capurelli; Adriana Rojas; Sebastián Ruiz, y cerró el gran Juanjo Abregú con una plaza no tan colmada como antes, pero con una energía sorprendente. La gente se quedó bailando con él hasta las 6.30 de la mañana.
Otra opción de festejo para fin de semana, que siguieron muchos coscoínos y turistas anoche, es la Salamanca (ubicada en Gerónico 660). A las 5 de la madrugada, estaba abarrotada de gente que bailaba, con varios artistas en escena. Este domingo será su última peña. ¡A no perdérsela!