Barrio, música popular y conciencia social. Esos tres conceptos pueden definir la esencia de Cabra da Peste, la banda surgida en La Plata que desde 2018 trabaja a pulmón para ganarse un lugar en la escena nacional.
En sus acordes y letras se pueden encontrar varios puntos de referencia que coinciden con lo que pregonaron bandas como La Renga y Los Piojos, entre otras: el hecho de respaldar en la calle (y en el vivo) lo que dicen con la música. Así, abrazan causas como la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia, Cromañón, el apoyo a la cultura y constantes mensajes antifascistas, entre otras.
Cabra da Peste es una de las bandas que tomó la posta del rock barrial, un género que en el último tiempo perdió algo de terreno en el mainstream.
En diálogo con La Voz, el líder y cantante, Guillermo “Negro” Gamboa, discrepa de esa última afirmación y comenta su punto de vista: “Para mí, el rock está más vivo que nunca. En los recitales vemos gente con remeras, banderas, tatuajes. Eso nunca dejará de ser así”, señala.
“Y nosotros no nos encasillamos. A nuestra música la consideramos como música popular: hacemos rock, cumbia, candombe, reggae y lo que venga”, argumenta.
En el grupo, al cantante lo acompañan: Lijon Ocampo en guitarra y coros, Cuervo Napoli en guitarra, Chaque Vera Sotelo en bajo, Carucha Valverde en trompeta y coros, Edgardo Villegas en batería, Oso Solari en armónica, Facundo Ponce de león en la Percusión, Eric rodriguez en los vientos andinos y Sebastián Peña con los teclados.
Si bien Dios atiende en Caba, La Plata siempre fue reconocida como una usina del rock. Grandes bandas nacieron allí como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Virus, Esteleras, Guasones y El mató a un policía motorizado, entre otras.
El camino marcado
Así como pasa en Córdoba con el cuarteto, la ciudad tiene una amplia oferta para que los artistas y las bandas emergentes puedan salir a tocar en vivo. Cuando ese circuito se agota, es hora de dar el salto.
“Hay muchos bares que son espacios que van desde las 50 hasta las 300 personas de capacidad, así que permiten diferentes tipos de shows y propuestas”, repasa. Y señala: “Hay todo un circuito que, en general, se recorre durante el primer año de banda. Nosotros lo hicimos bastante, pero también nos dimos cuenta de había que salir”.
Gamboa apunta que, en paralelo, tuvieron que acompañar el crecimiento con estrategia: “El primer año lo usamos para hacer base tocando allá, pero después fuimos bajando la frecuencia –llegamos a tocar una o dos veces por año nada más– y comenzamos a movernos por el conurbano, el interior y otros lugares. Al principio lo hicimos de forma más acústica, para adaptarnos a los medios y a los lugares disponibles. Así fuimos viajando a Córdoba, Santa Fe, Chaco, incluso a Chile. Y de esa manera fuimos armando nuestro propio público, creciendo desde afuera hacia adentro".
Nueva era
–En “Operativo libertad” se puede notar la mezcla de sonidos y también lo que dicen las letras ¿El rock está para eso?
–Socialmente, hay un montón de cosas para decir. Claro que también depende de qué lado de la mecha estés. Hay muchos artistas que prefieren mantenerse al margen, y eso también es válido. En lo personal, yo vivo en un barrio y hay muchas cosas que me gustaría cambiar. Por eso las vuelco al papel, trato de llevar mi lucha y mi militancia a través de la música y las letras. Es una forma de decir: “Esto nos molesta, lo vamos a cantar y lo vamos a editar”. Para mí, se trata de ponerle bandera a lo que uno siente y ser parte de eso.
–Plataformas como Spotify o YouTube te dan herramientas para saber dónde está sonando tu banda ¿Están atentos a eso? ¿Lo usan para decidir dónde ir a tocar?
–Sí, totalmente. De hecho, ahora mismo te puedo decir que tenemos miles de personas escuchándonos si sumamos Uruguay, Chile, España y México. Eso nos ayuda un montón y también nos impulsa a viajar a esos lugares. A Chile y Uruguay ya fuimos con toda la banda, y ahora estamos viendo para ver dónde rajar nuevamente.

–¿Han venido al Cosquín Rock como público? ¿Es un deseo, una meta, o todavía no lo planifican?
–Sí, yo fui al Cosquín como público en 2008, 2009 y 2013, si no me equivoco. Y sí, sería hermoso poder compartir nuestra música en un festival de esa escala, más con la magnitud que tomó en los últimos años. Cuando yo iba no era lo que es hoy, con ese nivel de producción. Poder mostrar nuestra música ahí sería un golazo.
–¿Hay disco en el corto plazo? ¿Cómo preparan el show de Sala Formosa?
En Sala Formosa vamos con todo. Como te decía, es nuestro carnaval: música para bailar, para liberar un poco la mente y desconectarse de la rutina. Vamos con toda nuestra energía, así que están todos invitados. Y sobre el disco, sí, está en camino. Ya tenemos la mitad de los temas preproducidos. Es un proceso largo, pero la idea es que salga a principios del año que viene. Estamos trabajando fuerte para eso.
Para ir
Cabra da Peste se presenta el próximo sábado 21 de junio a las 19 en Sala Formosa (Achával Rodríguez 349). Entradas desde $ 20.000 + $ 3.000 de costo de servicio en alpogo.com