Pocas veces en la historia del rock anglosajón se dieron situaciones tan desconcertantes como las de este presente con respecto a los bateristas de formaciones centrales. Que uno fue despedido luego de un show errático (Zak Starkey de The Who), que otro corrió la misma suerte pero luego de un período en el que no pifió absolutamente nada (Josh Freese de Foo Fighters), que otro más dijo sentirse “decepcionado” tras recibir la notificación de que no seguiría (Frank Ferrer de Guns N’ Roses)…
A esta seguidilla se le podría sumar la elección de Oasis de un baterista estadounidense (Joey Waronker) que nadie vio venir hasta que finalmente se oficializó poco tiempo antes de su gira reunión. Y también la salida a todas luces en buenísimos términos de Matt Cameron de Pearl Jam.
Lo cierto es que estos movimientos hablan a las claras que las formaciones referidas, ante todo, son empresas a las que les facturan sesionistas de los parches, quienes a veces se comen la curva del compañerismo, la buena onda. Mal por ellas, mal por la bandas, ya que un baterista define el perfil artístico de un proyecto en varios niveles. Revisemos qué sucedió en algunos de estos casos controversiales.
Zak Starkey. Fue el caso más escandaloso de todos los que relevaremos aquí. En abril pasado, el hijo de Ringo Starr fue echado de The Who luego de tres décadas ocupando el puesto de baterista, que originalmente ocupó su fallecido padrino Keith Moon.
The Who oficializó su salida mediante un comunicado mediático, no por otro extendido publicado en redes. Según Rolling Stone, se rumoreaba que Roger Daltrey y Pete Townshend, líderes de la legendaria banda, no estaban satisfechos con la performance del batero en los recientes shows benéficos para Teenage Cancer Trust, ofrecidos en el Royal Albert Hall de Londres.
“Estoy muy orgulloso de mis casi 30 años con The Who”, declaró Starkey a Rolling Stone en una declaración escrita, y la primera que ofreció tras su despido.
“Reemplazar a mi padrino, el tío Keith, ha sido un gran honor y sigo siendo su mayor fan. Han sido como de la familia para mí. En enero, sufrí una grave emergencia médica con coágulos de sangre en la pantorrilla derecha del bombo. Ya está completamente curado y no me afecta tocar la batería ni correr”, añadió.
“Después de tocar esas canciones con la banda durante tantas décadas, me sorprende y me entristece que alguien tenga algún problema con mi actuación esa noche, pero ¿qué se le va a hacer? Planeo tomarme un merecido descanso con mi familia y centrarme en el lanzamiento de Domino Bones de Mantra Of The Cosmos con Noel Gallagher en mayo y en terminar mi autobiografía, escrita exclusivamente por mí. Veintinueve años en cualquier trabajo son una buena racha, y les deseo lo mejor”, completó Zak, que comenzó su relación con The Who en 1994.
Fue en aquel año que acompañó a Roger Daltrey en una gira estadounidense. Dos años después, se unió a formalmente a la banda, cuando los miembros supervivientes se reunieron para una gira celebratoria de Quadrophenia (1973).
A pocos días de esta situación, Pete Townshend aseguró que todo se trató de un malentendido, por lo que The Who reincorporó a Zak, que también tocó en Oasis de 2004 a 2008. El guitarrista se manifestó en redes. “Ha habido algunos problemas de comunicación, tanto personales como privados, que debían resolverse, y se han ventilado con alegría”, comenzó la mente por detrás de óperas rock alucinantes como Tommy y la ya citada Quadrophenia.
Y ya en referencia a los cuatro conciertos en el Royal Albert Hall en marzo, explicó que él y Roger Daltrey informaron a Starkey que querían que “refinara su nuevo estilo de batería para adaptarlo a nuestra formación no orquestal”, algo que, según afirma, el baterista “aceptó sin reservas”.
Añadió que sentía que Starkey “cometió algunos errores” durante los conciertos, por los cuales se disculpó. “Se acabó. Seguimos adelante con optimismo y entusiasmo”, cerró.
¿Final feliz? Para nada, porque a las pocas semanas, ya en mayo, Starkey fue despedido de nuevo y mediante un comunicado amable. “Tras muchos años de excelente trabajo de Zak en la batería, ha llegado el momento de un cambio. Un momento conmovedor. Zak tiene muchos proyectos nuevos entre manos y le deseo lo mejor”, expresó ese texto suscripto por The Who y que ungió a Scott Devours, quien ha trabajado con la banda solista de Daltrey, como reemplazante.
Zak Starkey desmintió todo, lo que permitió darle estatus de cachivache absoluto a esta situación: “Me despidieron dos semanas después de mi reincorporación y me pidieron que declarara que había renunciado a The Who para dedicarme a mis otros proyectos musicales. Eso sería mentira”.
“Amo a The Who y nunca me habría retirado. Así que no hice la declaración... dejar The Who también habría decepcionado a las innumerables personas increíbles que me apoyaron (¡muchísimas gracias a todos!) durante las semanas de caos en las que entré y salí, una y otra vez, una y otra vez, como un gurú”, remató el baterista que por haber invertido energía en permanecer en The Who se perdió la oportunidad de sumarse a sus excompañeros de Oasis para la gira reunión.
Josh Freese. Este caso fue menos escandaloso por el hecho de que sólo se manifestó una de las partes. Puntualmente la más afectada, la de este requerido instrumentista que formó parte de NIN, de A Perfect Circle y de The Offspring, además de acompañar a Danny Elfman. Y que se había incorporado en mayo de 2023 a Foo Fighters, para reemplazar al fallecido Taylor Hawkins.
Freese fue despedido dos años después, a comienzos de mayo pasado, y en su primer mensaje en redes tras su salida dijo no estar enojado, sino “un poco sorprendido y decepcionado”.
Añadió que la banda lo hizo con una de las explicaciones más crueles del mundo laboral; en concreto, señaló que Grohl y los suyos habían decidido “tomar un rumbo diferente”.
“Los representantes de la banda no ofrecieron explicaciones ni comentarios, pero musicalmente hablando, la expresión ‘dirección diferente’ resulta casi cómica, ya que Freese es uno de los bateristas más versátiles del rock”, se posicionó Variety.
Pocos días después de su despido, sin enfriarse del todo, el músico exorcizó su estupefacción compartiendo un listado con las “10 posibles razones” que ocasionaron su salida del proyecto de Dave Grohl.
Lo hizo en su perfil de Instagram, con un punteado cargado de humor e ironía que permite concluir que quedó muy dolido. “10. Una vez silbó My Hero durante una semana entera de gira” fue la primera de las razones enumeradas. Y la siguiente: “9. Sólo pudo nombrar una canción de Fugazi”. Las restantes fueron: “8. Dos palabras: polirritmia”; “7. La precisión metrónoma detrás de la batería se consideraba ‘sin alma’”; “6. Exigía comenzar cada ensayo con un baño de sonido de 20 minutos con cencerro”; “5. Nunca intentó dejarse la barba”; “4. No se presentó al estudio porque Mercurio estaba retrógrado”; “3. Le prometió a Noodles (guitarrista de The Offspring) que podría ser el cuarto guitarrista”; “2. Se negó a tocar a menos que le garantizaran una tabla ouija y nunchakus después de cada show”; y “1. Todo el asunto del caniche se estaba volviendo demasiado”.
Cómo se percibe, en el listado hay muchos chistes internos y otros dardos apenas descifrables. En cualquier caso, lo concreto es que Freese no digirió haber sido despedido de Foo Fighters, ni haber vivido una situación que no vivió jamás en el ejercicio de su carrera profesional.
Hace unos días trascendió que Foo Fighters incorporará aIlan Rubin, quien ha sido miembro de gira de Nine Inch Nails desde 2009 y cuyo currículum también destaca pasos por Angels & Airwaves y Paramore.
Irónicamente, su reemplazante en Nine Inch Nails será… ¡Josh Freese!, quien ya había tocado en la banda de Trent Reznor de 2005 a 2008.
Frank Ferrer. Pese a que su desvinculación de Guns N’ Roses parecía haberse producido en buenos términos, el baterista publicó en marzo un mensaje en el que confesó estar decepcionado por la situación.
Pero antes de llegar a ese mensaje, la banda angelina había informado que Ferrer se iba de manera “amistosa” y le agradeció al músico su “amistad, creatividad y sólida presencia durante los últimos 19 años”.
“Frank se unió a GNR durante un concierto en junio de 2006, ayudando a consolidar la sección rítmica durante giras posteriores, incluyendo sus recientes presentaciones con el trío reunido de Axl Rose, Slash y Duff McKagan”, completó ese texto.
Un día después, los Guns oficializaron al reemplazante de Ferrer: Isaac Carpenter, miembro de AWOLNATION desde 2014 y exmiembro de Loaded, la banda de Duff McKagan, y de A Perfect Circle.
Todo parecía en paz hasta que Ferrer reaccionó a la situación en Instagram. Lo hizo mostrándose consternado aunque no resentido.
“Siempre estaré inmensamente agradecido y con mucho cariño por Axl y la banda, aunque, al mismo tiempo, me decepciona que este capítulo haya terminado”, cerró.
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