El pasado lunes 6 de octubre se cumplió el 30° aniversario de Pies descalzos, el disco que formateó el carácter expresivo de Shakira.
Es fundamental en la vida de la cantante colombiana oriunda de Barranquilla, donde lo personal y lo artístico siempre se fusionan para alumbrar irresistibles piezas pop.
En aquella oportunidad, se trató de una obra que coqueteó con la alternatividad rock & pop para abordar temáticas rupturistas para la música latinoamericana de la época, incluyendo el desamor, las relaciones tormentosas, la revelación ante las imposiciones sociales y hasta el aborto.
“Hoy hace 30 años lancé un álbum que cambió mi vida: Pies descalzos. Aquellas canciones, escritas con mi inocencia, mi devoción y rebeldía, crearon un vínculo imperecedero entre nosotros. Gracias por caminar conmigo todos estos años, por crecer, cantar y sentir a mi lado”, fue el mensaje de la Shakira de 48 años sobre la creación de aquella Shakira de 18, inmortalizada en la tapa como una joven Morticia con una mirada perdida que comunicaba algo aproximado a “no sé qué pasará de ahora en más”.
Nunca sabremos si la habrá venido venir, pero además de sedimentar el crossover que protagonizó años después con ¿Dónde están los ladrones? (1998), Pies descalzos está certificado como álbum siete veces diamante por sus ventas físicas y dos veces platino por sus reproducciones digitales. Por otro lado, es el tercero más vendido de su carrera, con más de 4,3 millones de copias a nivel mundial, solo detrás de Laundry Service (2001) y Fijación Oral Vol. 1 (2005).
Otro señalamiento sobre la imagen de aquella Shakira de 1995: la supuestamente atormentada joven Morticia contrasta con la de esa foto devenida en meme. La referencia es para esa imagen en la que se la ve sonriente, mirando a cámara y mientras simula tipear ante una computadora. La primera es la temerosa ante la llegada de la vida adulta; la segunda, la mujercita plena de confianza y feliz con su creciente talento para exponer en canciones sus emociones a flor de piel.
“Pies descalzos sigue siendo la producción en español más vendida de Shakira Isabel Mebarak Ripoll (n. 1977), pero a la vez despojada de la inocencia de sus dos primeros trabajos: Magia (1991) y Peligro (1993), prácticamente abjurados por la intérprete”, reseñó Rolling Stone hace algunos años atrás.
Y luego precisó que este álbum “ve a una niña hacerse grande (en todos los sentidos), mientras pregunta de manera reflexiva por su entorno, por las motivaciones de sus congéneres aquí y allá, por su futuro inmediato y por el convencimiento definitivo de hacerse a un nombre en el star system universal”.
Esta crítica repara en el hecho de que, antes de Pies Descalzos, Shakira se abría camino en el medio musical con dificultad, pues para algunos críticos “no encajaba” y sus trabajos previos se caracterizaban por letras de “amor ingenuo” y un sonido “aún adolescente”. A los fines de una legitimación, tampoco ayudaba que hubiera sido protagonista de una telenovela y ganadora del concurso Miss Cola Internacional.
Shakira, contra las convenciones
La transformación se hizo visible en octubre de 1995, el mismo mes y el mismo año del lanzamiento. Sucedió que en el escenario del Teatro Nacional La Castellana de Bogotá, una joven y menuda Shakira se quitó las botas negras que llevaba y cantó descalza. Quienes presenciaron el evento lo recuerdan como un acto “disruptivo e imborrable” en una ciudad que tendía a “cuidar siempre las formas”.
A propósito, la canción que da nombre al álbum es un himno contra las convenciones: “¿Que diría la familia si eres un fracasado?/ Y ponte siempre zapatos, no hagas ruido en la mesa”.
Pero es más que probable que lo primero que aflore al recordar Pies descalzos sea la apertura Estoy aquí, en la que “Shak” bate un récord de palabras pronunciadas al cantar un estribillo. A ver, a cantar sin respirar: “Estoy aquí queriéndote/ ahogándome/ entre fotos y cuadernos/ entre cosas y recuerdos/ que no puedo comprender/ Estoy enloqueciéndome/ cambiándome un pie por la cara mía/ esta noche por el día y que/ nada le puedo yo hacer”.
Además, Pies descalzos incluye Dónde estás corazón y la balada Antología, sobre la que Shakira confesó que le recordaba a un novio que tenía.
Sobre el video de la canción que da nombre al disco, Shakira contó que se hizo en México y la experiencia fue “espectacular”, ya que pudo plasmar su inspiración en el arte surrealista del cual era muy fan en ese entonces.
El tema más controvertido del tracklist de Pies descalzos es Se quiere, se mata, que en plena etapa de lucha regional por la despenalización del aborto fue tipificado como “provida”. Eso no fue compartido por el proyecto editorial feminista Volcánicas. “Teniendo en cuenta el contexto contestatario de los demás temas del mismo álbum de Shakira, podemos concluir que la canción Se quiere se mata no es ‘provida’”, aseguró la periodista Ita María.
“Al contrario, es una canción que denuncia los riesgos a los que nos expone la prohibición del aborto: el peligro de no poder decidir sobre nuestros propios cuerpos y vida; la doble moral de sociedades que nos prefieren ver muertas antes que libres; y la manera descarada en que la penalización del aborto solo castiga a las mujeres (y otras personas que abortan) porque el tibio de Braulio (interpretado por León Larregui en el video), que también fue autor material del problema, ni por la letra se vuelve a asomar”, amplió en una celebrada entrada del sitio web de Volcánicas.
“Y si después de todo esto les siguen faltando motivos, podemos hablar del fondo verde del video y teorizar conspirativamente sobre cómo ‘Shak’, vanguardista como buena acuariana, supo incluso antes que las argentinas que el verde sería el color de nuestra bandera”, cierra.
Por último, vale reivindicar a Pies descalzos porque le seteó el nombre a Shakira de la fundación que creó en 1997 con el objetivo de ayudar a los niños pobres y víctimas del conflicto colombiano.
“La Fundación Barefoot trabaja para garantizar que cada niño colombiano pueda ejercer su derecho a una educación de calidad. Nuestro modelo se enfoca en las comunidades desplazadas y vulnerables al abordar sus necesidades únicas”, dice en su acta fundacional.
Pies descalzos ha construido 20 escuelas en comunidades vulnerables de Colombia, beneficiando a miles de niños. Y apenas unos días antes de su presentación en Nueva York, Shakira anunció en sus redes la culminación de una nueva escuela en Tibú, “reafirmando su convicción de que la educación es la herramienta más poderosa para transformar realidades”.
Sólo queda informar que Shakira regresará en diciembre a la Argentina (actuará en Vélez los días 8, 9 y 11 de ese mes), el país elegido para cerrar la etapa latinoamericana de su gira “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour” que en este regreso llevará por subtítulo “Estoy aquí”, “en honor a la canción que marcó el comienzo de su proyección internacional”.