María Julia Oliván volvió a Border Periodismo después de dos meses de ausencia tras sufrir un grave accidente provocado por una chimenea de bioetanol, incidente que la dejó con el 25% de su cuerpo quemado y por el cual tuvo que someterse a 17 operaciones.
En este emotivo retorno, Oliván no solo compartió su felicidad por volver a su trabajo sino que también mostró por primera vez las imágenes del artefacto que originó el incendio, así como el estado de un sillón y un aire acondicionado en el lugar.
“Me prendí fuego, básicamente. Esa es la estufa y la vamos a sacar a la miercole”, apuntó.
Luego, la periodista explicó los detalles de aquel día: “Recuerdo que estaba muy cansada, tenía muchas ganas de irme a mi casa a descansar, hacía mucho frío. Estaba medio caliente, empecé a hacer movimientos toscos y empecé a tirarle bioetanol a la estufa que está enfrente de ese sillón y cuando me prendo fuego, el bidón de bioetanol explota en mi pierna. Es por eso que mi pierna se quema toda y en la parte en la que explota es donde tengo más cortaduras”.
Mostrando las quemaduras en su mano derecha, añadió que el bidón de bioetanol explotó en su pierna, la fuerza del fuego fue tal que la tapa del aire acondicionado se derritió por completo.
Una largo camino hacia la recuperación
María Julia reveló que estuvo sin poder levantarse de la cama durante dos meses. “La semana pasada recién me pude levantar”, apuntó.
“Caí en la terapia intensiva del Hospital Alemán. Desnuda, tapada por una mantita, me fui al baño de arriba a sacarme el calor del cuerpo, como me dijo una amiga dermatóloga. Me sentía quemada, todo el tiempo ardor, dolor y en el momento, miedo. Cuando tomé conciencia, actué rápido y me saqué la ropa. Empecé a tener mucho frío, porque así estaba el tiempo”, dijo.
Durante esta dura etapa, la periodista resaltó el invaluable apoyo de su familia, especialmente de su marido, Ariel Straccia, y de su madre, de 82 años. Conmovida, expresó lo difícil que era ver a su madre sufrir: “Mi mamá es fuerte aunque tenga 82 años. Me daba mucha lástima como podía yo dejar a mi mamá llorando. no me podía ir y dejarla a ella así”. Además, destacó el redescubrimiento de su madre en un rol maternal: “Mi mamá volvió a maternar. Yo estaba tan emocionada, hacía un montón que no la veía a mi mamá siendo mamá”.
A pesar de la traumática experiencia, María Julia Oliván reflexionó sobre los aspectos positivos que surgieron de ella, afirmando que no lo considera un “karma negativo”.
Subrayó la importancia del personal de enfermería en el hospital, a quienes describió como “una historia aparte”. Concluyó con una perspectiva renovada: “Lo amo más a mi marido, amo más a mi gente, recuperé un montón de amigos, así que no podría decir que lo que me pasó fue un karma negativo”.