Hay videojuegos que marcan época y entre esos está Metal Gear Solid 3: Snake Eater. Lanzado hace 20 años, esta es una de las varias joyas que tiene Hideo Kojima, a quien en La Voz del Interior nos permitimos llamar (en cordobés) “Idea Koyima”. Es que el creador japonés, tan cineasta como gamer, plantó las bases de los juegos de sigilo que al día de hoy siguen vigentes. Es como una metáfora de su genialidad: con todo el avance tecnológico que hubo para crear videojuegos, resulta que nadie revolucionó mecánicas dos décadas después.
Más allá de la opinión/queja anterior, lo nuevo es lo viejo. Este Metal Gear es una remake pero también una remasterización. Es que mantiene todo de la versión de Playstation 2, pero luce como un juego de Playstation 5. En La Voz lo probamos en una Pro y la sentencia es que es un título técnicamente 100 por ciento nextgen. Konami cuidó la obra de Kojima, que ya no está en el estudio y que avisó que no quería jugar este lanzamiento. Se ve que “Idea” sigue recorriendo los bastos mapas de su última creación: Death Stranding 2.
La pregunta ante cada remake y remasterización es si vale la pena. Siempre depende del bolsillo y más en Argentina, donde esta MGS vale casi 70 dólares en el store de Playstation. Si el bolsillo no es un problema, la visión de La Voz es que recontra vale la pena. Cómo no tener hoy mismo lo que fue una maravilla en 2005.
Es que esta versión se presenta como una fiel recreación, con una experiencia explosiva que moderniza significativamente la vivencia general para fans nostálgicos y recién llegados por igual. Mantiene la icónica historia, atmósfera y las mismas voces del original sin añadir nuevos escenarios ni historias (lo que no nos pareció reprochable) y, al mismo tiempo, introduce cambios importantes en su jugabilidad y presentación.
Vamos a un repaso de lo que tiene y no tiene el Metal Gear Solid 3: Snake Eater, el título en el que Snake empezó a ser uno de los personajes más aclamados de la historia de los videojuegos.
La historia sitúa al gamer en el papel de Naked Snake, un soldado de élite en la jungla soviética para frustrar planes y prevenir un incidente internacional que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial.
La supervivencia en territorio enemigo se basa en pasar desapercibido, utilizando tácticas como arrastrarse por esos yuyos altos tan de los juegos de sigilo, escalar árboles, caminar despacio para evitar ruidos o incluso distraer enemigos con todo tipo de elementos disponibles en el terreno o plantados por nosotros. Y, como siempre, el conflicto directo y las armas de fuego son el último recurso. O sea, no es acción en el sentido literal.
Hay disponibles seis niveles de dificultad: muy fácil, fácil, normal, difícil, extrema y extrema europea. El último se desbloquea tras terminar la historia por primera vez. Aviso: no se puede cambiar la dificultad una vez iniciada la partida.
Lo Mejor de Metal Gear Solid Delta
GRÁFICOS ESPECTACULARES. Es visualmente impresionante, con gráficos de alta densidad que transmiten una gran sensación de realismo.
RESPETO AL ORIGINAL. No falta absolutamente nada del contenido original, incluyendo elementos como Guy Savage. Se mantiene fiel a la versión original; hasta en el menú.
MEJORAS EN LA JUGABILIDAD. La cámara al hombro y el acceso rápido al menú de camuflaje son extremadamente cómodos y mejoran la inmersión. Son, acaso, la gran mejora jugable.
ELECCIÓN DE ESTILO. La posibilidad de cambiar a la experiencia original en dos segundos es muy valorada. Porque Metal Gear Solid Delta ofrece opciones de control “Legacy Style” y “New Style”, permitiendo a los jugadores elegir cómo desean experimentar el juego. El primero se asemeja al lanzamiento original, con los mismos controles y una cámara que predomina la perspectiva aérea. El otro, combina la cámara introducida por la versión “subsistence” (más cercana a Snake y con posibilidad de rotarla a su alrededor) con controles similares a los de los juegos de acción actuales. Lo que permite apuntar con las armas por encima del hombro al pulsar L2, a lo shooter. Y la perspectiva en primera persona sigue siendo una opción disponible.
MOVIMIENTO TÁCTICO AVANZADO. Es posible moverse al mismo tiempo que se apunta, arrastrarse boca arriba, y caminar mientras se está agachado.
NUEVOS MOVIMIENTOS CQC. Se han añadido nuevos movimientos CQC que permiten tumbar a los enemigos con mayor facilidad. Esta nueva jugabilidad se asemeja mucho a la de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain.
ACCESO RÁPIDO A OPCIONES. Un nuevo desplegable permite cambiar de camuflaje y llamar por radio sin pasar por el menú de pausa.
CURACIÓN Y ALIMENTACIÓN. Sigue estando muy bueno lo de la supervivencia y cómo el juego obliga a curaciones puntuales en el cuerpo de Snake. No es que “apretando un botón” ya está. Hay que ir eligiendo elementos en el menú para curar una herida determinante. Desde una tablilla por una fractura a un hilo para una sutura. Y lo de comer es que para sobrevivir en esa jungla, Snake tiene que comer lo que sea. Hasta ratas.
HISTORIA. Sigue siendo un videojuego legendario, con uno de los mejores finales de la historia. Porque las cinemáticas son un lujo. La historia es atrapante. Como se dice en exceso hoy… es cine.
Lo peor de Metal Gear Solid Delta
INTELIGENCIA ARTIFICIAL DEFICIENTE. La principal de las deficiencias es la inteligencia artificial (IA). ES decir, la respuesta de los enemigos en las misiones de infiltración. Esa mala IA es especialmente notoria en las fases finales.
REMAKE SIN NOVEDADES DE CONTENIDO. Se limita a ser un “remake 1:1”, lo que implica una ausencia de novedades en cuanto a contenido adicional. En la versión de Playstation 5 sí tiene el apartado del combate entre Snake y los monitos. No más.
Toda nota de videojuegos “pide” una conclusión pero en La Voz la dimos en el primer párrafo. Esto es videojuegos en cordobés.