“Me costaba tanto imaginarme el final del túnel. Desde aquella primera vez que me animé a denunciar y me senté a declarar frente a una máquina de escribir los detalles inenarrables a los que era sometida en mi propia casa hasta el día de hoy, pasaron cinco años”, apuntó Julieta Prandi este miércoles en sus redes sociales, en un posteo que acompañó con el video del momento en el que se lee la condena a 19 años de prisión para Claudio Contardi, su exmarido, denunciado por abuso sexual, violencia física y psicológica.
“Aquella no fue la única vez que me tocó avergonzarme y sentir que si no contaba el horror no era suficiente y me fui sometiendo una y otra vez a infinidad de pericias y declaraciones, tantas, que en algún punto pensé en rendirme”, siguió.
“Es muy alto el precio… El dolor, el asco, el escarnio, la mirada ajena, las opiniones de los ignorantes, las apelaciones infinitas, y mi cuerpo y mente, destrozados. A eso, justamente a eso, es a lo que nos someten en búsqueda de justicia", apuntó.
“Gracias a los periodistas que incansablemente estuvieron reflejando los hechos y relatando este juicio, que tiene que marcar un antes y un después en materia de violencia de género”, agradeció y continuó: “Esto es por mí y por todas aquellas víctimas de violencia de género que aún siguen presas, por aquellas que lograron salir pero no obtuvieron justicia y por las miles que no tuvieron vida para contarlo porque las mataron. Por todas”.
“Hoy 13 de Agosto del 2025 ya soy ‘Soy la dueña del viento’ y la lista de agradecimientos es larga, pero mi nombre la encabeza y el de mis hijos, la causa por la cuál yo tomé coraje de hacer todo esto”, apuntó.
Luego le agradeció a sus abogados por “5 años de lucha incansable”, al fiscal Christian Fabio a quien definió como “extraordinario”.
También le agradeció a sus afectos, amigos y profesionales de la salud “que tuvieron la valentía de sentarse ahí por mi”. A sus padres y a su hermana “nada ni nadie los va a volver a alejar de mi lado”, les escribió y luego le dedicó unas líneas a Emanuel Ortega, a quien definió como su “compañero de vida” y el hombre que lleva cinco años enseñándole que “la vida es hermosa”.