“Hay tantas cosas quisieras decirles. Escucho otra vez este maravilloso reportaje y voy a decir algo... les voy a hablar a los padres de este chico, de Máximo, un gran dolor deben sentir. Ayer lo dije, como mamá, es un gran dolor ser la mamá de un asesino, es un gran dolor”, dijo Carmen Barbieri cuando comenzó Mañanísima.
“Digo un asesino porque lo que hicieron fue asesinar, y él lo sabe, lo saben todos. Que no lo querían hacer, bueno... es el después. ¿Qué no sabían las consecuencias? No sé... no sé por qué la agresión. No sé por qué la violencia”, sumó y siguió: “Pero les hablo a los padres de este muchacho, es un asesino. Le dieron perpetua. Perpetua es perpetua, no por buena conducta, 15 años, 20 años y después sale. Que lo dejan tener una mujer de vez en cuando, que vaya la madre. No, perpetua es que no lo vaya a ver nadie más. Y que sientan lo que hicieron, que fue terrible, arrancarle la vida a un ser humano, a un a un adolescente, a un chico joven”.
“Graciela te hablo a vos ahora, la mamá de Fernando. No me puedo olvidar nunca de vos, sos una mujer fuerte, que te bancás el dolor, la falta de este hijo que no vas a poder abrazar nunca. Yo ayer me comparaba con las dos madres, con la madre del asesino y la madre de la víctima. Y hay una gran diferencia, tan grande, tan grande, porque vos Graciela no vas a poder abrazarlo nunca más, y la mamá de este chico, de este asesino, Máximo, vas a poder ir a verlo y vas a poder a veces abrazarlo, y vos nunca más, entonces la diferencia es eso. Y es una gran diferencia. Pero el dolor de las madres y de las familias destruidas es casi igual”, cerró.
