La prestigiosa marca de lujo Louis Vuitton se encuentra bajo la lupa de las autoridades neerlandesas en una investigación por un presunto caso de lavado de dinero. La filial neerlandesa de la firma francesa, Louis Vuitton Países Bajos, está siendo examinada por supuestas irregularidades relacionadas con la venta de artículos a una clienta china implicada en una trama de blanqueo de capitales.
La fiscalía de los Países Bajos está analizando si la empresa pudo haber incumplido la normativa sobre prevención de lavado de capitales tras detectar patrones de compra sospechosos.
Detalles de la investigación
La acusación se centra en Bei W., una clienta china que, según las autoridades, blanqueó cerca de 3 millones de euros (3.5 millones de dólares) entre septiembre de 2021 y febrero de 2023. Su modus operandi consistía en:
- Realizar compras frecuentes en efectivo.
- Mantener el monto de cada transacción siempre por debajo del umbral de 10.000 euros, que es el límite que obliga a reportar operaciones bancarias. Este patrón fue lo que despertó la sospecha de los investigadores.
- Los artículos de lujo adquiridos, que incluyen bolsos, relojes, joyas, perfumes y zapatos, entre otros, se enviaban posteriormente a Hong Kong y China.
- Se cree que el dinero provenía de actividades delictivas, originadas por una persona ya condenada en relación con esta trama.
Además, la investigación señala la implicación de dos acusados adicionales, uno de los cuales trabajaba en la propia tienda de Louis Vuitton y supuestamente alertaba a la clienta sobre la llegada de nuevos productos.
Marco legal y presuntos métodos de lavado
Aunque las tiendas de lujo no tienen las mismas obligaciones de notificación que los bancos, sí deben alertar a las autoridades sobre transacciones sospechosas o inusuales, incluso si están por debajo del límite legal establecido para reportes automáticos. La legislación neerlandesa exige no sólo observar “indicadores objetivos” como el pago en efectivo superior a 10.000 euros, sino también evaluar “elementos subjetivos” que puedan indicar un delito. Esta normativa está alineada con los principios del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el principal organismo intergubernamental contra el lavado de dinero.
Expertos consultados explicaron que el método empleado en este caso se asemeja al esquema conocido como “daigou“, una práctica basada en la compra en el extranjero por encargo de clientes en China, donde los productos de lujo suelen ser menos costosos o inspiran mayor confianza en su autenticidad. Sin embargo, la diferencia crucial en este caso radica en la procedencia ilícita de los fondos, que se originaron en empresas criminales.
Antecedentes y contexto global
El interés internacional sobre la relación entre los bienes de lujo y el lavado de activos fue en aumento. En 2023, el gasto global en artículos personales de lujo superó los 400.000 millones de dólares. El empleo del mercado de lujo para ocultar fondos de origen delictivo está ampliamente documentado.
Según registros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estadounidense, organizaciones chinas especializadas en estas prácticas despliegan “complejos planes de lavado de dinero” para movilizar grandes sumas con rapidez y discreción, y suelen reclutar empleados dentro de las propias empresas para facilitar las operaciones ilegales.
James R. Richards, exdirectivo de gestión de riesgos en Wells Fargo, y Alex Zerden, antiguo funcionario del Departamento del Tesoro, destacaron la persistencia global de este problema, señalando que, a pesar de décadas de esfuerzos regulatorios, los criminales continúan buscando vulnerabilidades en el sistema financiero, incluyendo el mercado del lujo.
La Fiscalía neerlandesa mantiene abierta la investigación y Louis Vuitton Países Bajos permanece bajo observación por las autoridades.