El mediático abogado Fernando Burlando enfatizó la trascendencia del juicio contra Claudio Contardi, expareja de Julieta Prandi, señalando que representa una oportunidad para ir “más allá de la Justicia en un caso puntual” y sentar un precedente fundamental en la lucha contra la violencia de género y los abusos.
Según Burlando, el proceso judicial, que aborda denuncias por abuso sexual reiterado y violencia de género contra Contardi, no sólo busca la justicia para Julieta, sino que también permitirá determinar “si somos o no mejores como sociedad”. El letrado destacó que el caso de Julieta va más allá de un “abuso sexual con acceso carnal agravado”, ya que “ha padecido mucho más que eso”, dejando “girones de su salud mental”.
Desde la perspectiva de la querella, el caso de Julieta Prandi es un claro ejemplo de las consecuencias devastadoras del abuso y la dominación, describiéndolo como un golpe de “consecuencias irreversibles” para la víctima, quien se sintió “una esclava de los más bajos designios de un hombre en el que alguna vez confió”.
La estrategia legal busca poner de manifiesto “el calvario que espera a una víctima antes, durante y después del sometimiento”, más allá de la mecánica de la violación. Se resalta la profunda afectación psicológica que sufrió Julieta, incluyendo el “mensaje perverso de ‘sos un pedazo de carne a mi servicio’” y el terror de dormirse por miedo a ser atacada.
Además del abuso, se subraya el estado de “verdadera esclavitud” a la que Julieta fue sometida y el daño de ser obligada a alejarse de sus seres queridos. El expediente revela el “terrorífico accionar del acusado”, con Julieta “descomponiéndose del miedo” cada vez que Contardi llegaba a casa y las constantes amenazas de él hacia sus padres y familiares si ella no acataba sus órdenes, llegando al punto de no permitirle hablar por teléfono con ellos.
Burlando y su equipo consideran que este no es “un caso más de violencia de género y abuso”, sino un “verdadero emblema” que la sociedad y la Justicia deben “observar para actuar con la celeridad y la eficiencia necesarias” para evitar que episodios similares se conviertan en un “extenso calvario”. La expectativa es que este juicio “muestre con toda crudeza la realidad que como sociedad debemos cambiar”.
