Este sábado 23 y domingo 24 de agosto, Gonzalo “Pela” Romero vuelve a Córdoba con su nueva charla Basta de amores de mierda 2025. El evento promete un picante intercambio con el público sobre relaciones amorosas conflictivas.
“Esta es una charla más picante. Voy más al hueso y al cachetazo emocional. A cada ciudad donde voy, llevo una captura de pantalla de alguien de ahí que está pasando algún problema emocional, pero en Córdoba va a ser diferente”, revela en diálogo con La Voz.
“Un muchacho me escribió contándome que un compañero de trabajo se separó y, como no sale y anda deprimido, le insistieron para que se baje Tinder. Al segundo día de usar la aplicación, se encontró a la mujer del que me escribió. ‘Con mi tarjeta de crédito, ella compró dos entradas para el Quality, pero no me invitó a mí, sino a mi compañero. Yo le pedí que le siguiera la corriente y compré otra. Ella no sabe que yo también voy a estar en la charla’, me dijo. Este sábado, va a haber una persona que se le va a descubrir la infidelidad en vivo. Va a estar terrible”, remata.

Quién es “Pela” Romero
El conferencista de 42 años oriundo de Adrogué lleva más de 500 mil libros vendidos de sus siete tomos editados hasta el momento. El octavo se lanzará la primera semana de diciembre.
Antes del éxito, “Pela” era supervisor en un call center. Una noche de 2018, salió del trabajo y tuvo una cita “superfallida”. A su regreso, abrió Facebook y publicó un texto a modo de descargo titulado La paja que da conocer a alguien.
A la mañana siguiente, la publicación se viralizó y obtuvo más de 20 millones de compartidos. Poco después, el escritor subió otro texto llamado Qué linda la mina simple y, en menos de un mes, fue reposteado por 250 millones de personas.
A su vez, Romero hacía un stand-up llamado Un hombre hablando de amor en el bar de un amigo. “Era muy pedorro”, indica con sinceridad. Aunque siempre iban las mismas personas y daba más pérdidas que ganancias, le gustaba.
Tras viralizarse en redes, su público aumentó considerablemente: “Toda la gente fue por ese texto, así que cerré la noche con el hashtag #BastaDeAmoresDeMierda. Ahí pensé hacer del stand up una charla para hablar con la gente y ver qué carajo estaba pasando“.
La pandemia le dio el salto que necesitaba
De ahí, “Pela”, su mánager y una novia que tenía en ese momento produjeron de forma independiente 26 funciones sold out en menos de tres meses. En 2020, la pandemia le cambió los planes, pero lejos de frenar su carrera, la impulsó aún más.
“Recién despegaba mi carrera, sentía que era una maldición. Entonces, mi mánager me grabó sobre un fondo lindo leyendo el libro. ‘Por un par de meses porque después estamos fuera’, me dijo. Cuando subimos los videos, estalló todo. La pandemia me salvó la vida”, afirma.
Ese año, “Pela” lanzó el segundo tomo de Basta de amores de mierda y celebró sus primeros 100 mil seguidores de Instagram. Hoy cuenta con más de ocho millones entre todas sus redes sociales cuyo rango etario va de 18 a 44 años.
“El 70% de la gente que me sigue son mujeres. Cuando empecé, representaban un 98%, o sea que hay un 28% más de hombres que me siguen. Eso me pone contento porque mis libros no son para mujeres. Mis libros hablan de relaciones tóxicas y la toxicidad no tiene género”, asegura.
Un lazo especial con Córdoba
Córdoba ocupa un lugar fundamental en la vida y carrera del artista. En primer lugar, porque fue donde realizó su primer show en gira, pero también donde casi la arruina.
“A la salida del show, fui a ver a La Mona Jiménez al Sargento y me dormí. Lo llamé a mi mánager y le mentí. Le dije que el micro a Rosario (donde seguía el tour) no me esperó y que mi pasaje no valía. Los $7 mil que gané por las entradas del Quality me los gasté en un remis para llegar“, narra entre risas.
–Cuando dicen que La Mona es “el viejo arruinador” es literal.
–(se ríe) Nunca lo había visto hasta esa noche que terminé en el Sargento. Ese lugar es toda una religión, un ritual muy extraño que disfruto mucho. Estando ahí, me sentía un rockstar. Hace poco, lo volví a ver en el Bum Bum ya con mi señora Barbie que nunca lo había ido a ver. Fue una locura. Estuve muy cerca de conocerlo personalmente, pero por una cosa o por otra no se dio aún. Tengo fe que va a suceder.
–Así que tu esposa es cordobesa. ¿Cómo se conocieron?
–En una gira por Córdoba. En ese momento andaba angustiado porque salí de una relación muy tóxica. Unos días antes de ir para allá, hice un vivo de Instagram, pero ella no lo vio. Al otro día me escribió y me invitó un asado y un fernet. Me sorprendió. Cuando entré al perfil, pensé: ‘Si gano acá, estoy robando’. La invité al show con las amigas y al otro día arrancamos. Me le instalé en la casa y me quedé una semana. Después, viajaba una vez por semana para verla. Al tercer mes no aguanté más y le dije que se viniera a vivir conmigo. Tres años después, vivimos en Buenos Aires y con un bebé de casi un año y medio.
–Tenés un cariño especial por Córdoba
–Sí, me sucede algo particular con Córdoba. Mi hijo es mitad cordobés, mi mujer es cordobesa y yo soy cuartetero. Tengo tatuado a Ulises Bueno en la mano (la letra de la canción Soy) y la botella de Fernet Branca en el brazo. Soy un falso cordobés. Nací con alma cordobesa. Siento adoración por Ulises. Me gusta mucho lo que hace, cómo se sobrepuso a la adversidad y cómo se sacó el peso de la mochila que traía de la familia. Me pone muy contento la versión de Ulises que hoy disfruta la gente.
–Con Barbie se terminó tu racha de “amores de mierda”
–La Barbie tiene una favor y una en contra. La buena es que me cambió la vida. La mala es que me sacó la inspiración. Ahora que no tengo una relación tóxica, no sé de qué carajo escribir. Tengo que andar chusmeando relaciones ajenas. Ella cayó con el cuarto libro editado. Así que el quinto lo hicimos con 30 historias de seguidores. En el sexto, empecé a sacar pus de relaciones anteriores.
–¿Les pedís a tus seguidores que te cuenten sus historias?
–No hace falta. Calculá que, solo en Instagram, recibo en promedio tres mil mensajes por día: 2.500 son de personas contándome sus problemas en el amor; 400 me manguean entrada; y los otros 100 me putean porque los gorrearon y me echan la culpa. Es muy raro lo que sucede con el público. La gente quiere contarme sus cosas y yo lo disfruto. Había mucha gente que pensaba que Basta de amores de mierda iba a ser una moda y ya vamos por el séptimo año consecutivo. Me tomo muy en serio la carrera.
–¿Cómo te llevás con las críticas?
–Muchos hombres me bardeaban porque pensaban que escribía para levantar y se dieron cuenta de que no. Yo escribo sobre cosas que me pasaron. Tuve una etapa de mucho hater, gente que no se hacía cargo de sus defectos. Culpaban a mis libros porque los habían dejado, incluso los bautizaron como “la Biblia Negra”. Algunas iglesias argentinas compraron mis libros para quemarlos porque decían que hablaba de promiscuidad. Pero ya pasó. Cuando no tenés haters, algo estás haciendo mal.
–¿Alguna vez pensaste en trabajar con profesionales de la psicología por los temas que abordás?
–Nunca tuve dinero para hacer terapia y cuando lo tuve ya era grande. Prefiero hablar con mis amigos en un asado, típico autodiagnóstico que no sirve, pero soy así. Algunos terapeutas me ofrecieron hacer algo en conjunto, pero vieron el negocio. Yo soy muy respetuoso con mi público. Si bien vivo de los libros y las charlas, trato de mantener precios populares. A la gente le cuesta el mango. Entonces, si no hago negocio con mi propio público, ¿por qué voy a permitir que venga otro a hacerlo en nombre del amor o la salud mental? Hice alguna que otra colaboración con el psicólogo Ale Schujman y tengo buena onda con muchos chicos, pero no mezclo.
Para ver
“Pela” Romero presenta su charla Basta de amores de mierda el sábado 23 de agosto en Quality Espacio (Avenida Cruz Roja 200) y el domingo 24 en El Rito Bar (Periodistas Argentinos 766, Villa María).
Las entradas para el primer show se consiguen a través de la página de Quality Espacio a $ 34.500 (platea baja) y $ 28.750 (platea alta) y las del segundo, por Alpogo a $ 28.750. Todos los precios incluyen gasto por servicio.