Córdoba brilló en el Festival de Teatro de Rafaela 2025, que se realizó en esa ciudad santafesina del pasado 8 de julio a este domingo.
En la celebración del 20° aniversario del encuentro, nuestra plaza fue representada por el elenco convocado por David Picotto y para la realización del filme teatral Las tres hermanas, de Antón Chéjov.
El festival se convirtió en un gran abrazo que contiene y alienta. En cada sala, actividad o charla la comunidad se encontró y se dio el tiempo para disfrutar de un momento juntos y así compartir sus ideas mostrando sus trabajos. El público recibió con calidez y acompañó cada propuesta, en los principales teatros y espacios culturales de la ciudad se pudo ver a la gente ingresar formando largas hileras. Se volvió un hito en la ciudad y en la memoria de sus protagonistas dejó huellas imborrables de un tiempo donde las emociones se viven a flor de piel: lágrimas, risas y ovaciones con una intensidad propia del ejercicio de ver una tras otra, varias obras el mismo día o en pocos días.
“Menos mal que pude venir”, dijo una espectadora rafaelina y sonríe de oreja a oreja, tras aplaudir de pie al elenco que viajó desde Córdoba. La única función del clásico cordobés Las tres hermanas se presentó en el Teatro Laserre, luego de agotar entradas.
El Laserre es una sala grande con una caja a la italiana, que antes fue cine. En medio de la ovación, el equipo completo saludó, agradeció y leyó un mensaje de contundente apoyo al Instituto Nacional del Teatro y en defensa de la Ley Nacional del Teatro 24.800, ante el desmantelamiento que significa el decreto nacional 345/25.
La sala pareció venirse abajo por el estruendoso vitoreo que se elevó desde las butacas, tanto que al otro día, en las rondas de devoluciones, uno de los periodistas dijo “estadio” en vez de “teatro” al referirse al aplauso final, y todos rieron porque el sentimiento es compartido. Las rondas de devoluciones contaron con la participación de prensa especializada de distintos medios del país que se dieron cita para conversar sobre los espectáculos vistos para explorar las inagotables lecturas del hecho teatral.
“Venir a este festival es regalarle a la obra la oportunidad de un espacio con las dimensiones que la obra por sus lenguajes y dispositivos demanda de alguna manera”, comentó Simón Garita Onandia a cargo del diseño lumínico de Las tres hermanas.
Sin duda los 12 años recorridos desde su estreno, lograron a empoderar la obra y le dieron esta impronta, en la que los distintos materiales trabajados generan un espectáculo que cautiva la mirada y no deja de sorprender a lo largo de sus 95 minutos de duración.
Entre los muchos temas que aborda y las conexiones que pueden hacerse, “la historia de las tres hermanas que esperan y esperan, que solo escuchan a los hombres filosofar, un poco nos incomodaba”, contó Alicia Vissani, una de sus actrices.
“El proceso creativo fue enriquecido por todos los integrantes en los distintos planos, poniendo de nuestro humor y nuestra impronta”, completó
Para los actores y actrices en escena es difícil acceder a las reacciones más inmediatas del público, por el tipo de dispositivo. Sin embargo, Nelson Balmaceda confesó: “Espiamos mucho al público en los intervalos mientras montamos la siguiente escena y también escuchamos”.
La propuesta presentó una variedad de idiomas y juegos con el doblaje en audio y con el uso de subtítulos. La magia del dispositivo sedujo y complementó la precisa performance de los intérpretes. El artificio visual sigue impactando y genera admiración y nuevas reflexiones con el correr del tiempo.