“Yo salgo menos que el Indio Solari… que está saliendo mucho al patio. Pero después, cuando tengo que salir a laburar, ahí me pongo la percha y salgo con todo, eh”.
La humorada suena doblemente graciosa en la voz cavernosa e inconfundible de Daniel Aráoz, quien dejó su “templo”, como le llama a su casa en Palermo Soho, en Caba, precisamente para volver esta semana a Córdoba.
Lo hizo por dos motivos. Por un lado, estar presente en la comentada edición número XIX de los premios Sur de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina en el Teatro del Libertador, donde desplegó todo su desparpajo. Pero, además, vino para promocionar Master Aráoz, la obra teatral que lo traerá de nuevo a esta provincia el 8 y el 9 de agosto (en el teatro Español, de Villa Dolores, y en el teatro Comedia, de Córdoba, respectivamente).

“Es sanador venir a Córdoba para mí porque es volver al origen”, dice, mientras los recuerdos lo llevan a su casa natal de barrio General Paz, “de 25 de mayo y pasaje Pichincha”.
Mucho de eso hay en Master Aráoz, una obra que escribió con Pedro, su hijo, durante la pandemia. La idea fue contar la historia de su propia vida. “Yo nunca fui a programas de chimentos, nunca hablé de mi vida. Entonces, teniendo como referentes a grandes personas como Marx, como Marlon Brandon, que se dedicaron ellos a contar la historia, hicimos una suerte biopic de una honestidad brutal donde transito diferentes géneros. Se van a reír muchísimo”, promete convencido.
Aráoz ya supo presentar en 2022 esta obra en Córdoba, aunque aclara que esta versión fue muy mejorada y es la definitiva, la que él perseguía.
“Llegamos después de todo ese trabajo, como toda la literatura, que lleva tiempo y lleva trabajo. Desde el escenario, vas sintiendo cosas que no van, hay que buscar, y cada función es un viaje que hice con mi hijo Pedro, que la escribió conmigo y la dirige”.
Pedro tiene 26 años. Aráoz explica que podría haber buscado la mirada de un director prestigioso y de carrera para que asumiera ese rol, pero quería que lo hiciera su hijo “por la pureza de su mirada, en contraste con la toxicidad” de su adultez.
“Esto es como una herencia mía, para escribir una obra que es un proceso de trabajo que lleva años. Es un proceso muy emocional y profundo, sobre todo cuando hablo de cosas mías. En esa honestidad brutal, Pedro me dice ‘por acá no’, ‘ojo, guarda con esto’, porque siempre tuvo esa visión más pura y más amorosa”.
El actor y humorista tiene claro el norte que persigue cuando le da forma a su lenguaje narrativo: “Lo importante siempre es conectarse con el corazón, porque ahí está la voz cultural, por eso yo digo que la voz cultural está por sobre la voz política”.
Un defensor de la IA
En la charla que va y viene por diversos temas, surge algo que puede ser llamativo: Aráoz se manifiesta esperanzado con la utilización de la inteligencia artificial en el arte.
“¡Por supuesto! Y aprovecho para decir que no creo que vengan robots a la 9 de julio... Es una nueva era. En una época nació el cine y fue revolucionario. Hoy llega otra herramienta al mundo, pero no llega solamente la inteligencia artificial: llegaron las redes, pierden vigencia los lugares tradicionales, pasan un montón de cosas. Lo que yo siento es la posibilidad de que puedan trabajar en ese lenguaje el arte, pero siempre con corazón, porque si no, te perdés. No se puede negar una nueva era. Lo que tenés que hacer es acomodar tus herramientas para trabajar junto a eso. Aceptarlo. Intentar aportarle alma a ese nuevo formato que tenemos ahora”.
Más tarde dirá que quien le inculcó ese pensamiento, esa manera de ver el mundo, fue ni más ni menos que José “Pepe” Mujica, el recientemente fallecido presidente de Uruguay.
“Yo tuve la bendición de tenerlo de amigo y como referente mío, que tuvo la amorosidad de adoptarme en charlas. Su visión tiene que ver con no negar la realidad. ‘Bueno, vamos a acomodarnos’. Y sé que es una realidad muy vertiginosa”, admite.
“La juventud lo ama a Mujica porque él comprende (N de la R: lo dice en presente) a los jóvenes, porque trata de estar a su lado. ‘Ustedes construyen este mundo’, les decía”.
El actor se jacta de caminar mucho la calle y hablar mucho con las personas. “La sensación que yo recibo, sin entrar en detalles, es que para atrás no se va a volver y para adelante no sabemos qué va a pasar. Una reflexión, digamos, hasta con cierto humor”.
–¿Entrás a las redes, las entendés? ¿Te gustan o no?
–Tengo Instagram... y lo estoy manejando más o menos. Después, no tengo Twitter… no me gusta el formato. Y tengo Facebook, la primera que tuve donde me quedan amigos y gente querida, entonces sigo ahí conectado. Pero yo trabajo en eso, en cada día desconstruirnos y tener amorosidad con lo que viene. Entender que el camino no es como dicen los filósofos, algunos con los que no estoy de acuerdo, que es la confrontación. El arte y la cultura vienen a plantear la voz de los acuerdos, que es totalmente diferente.
–Yo en lo personal suscribo, pero esta semana hubo un evento en Córdoba en el que estuvo el Presidente y una de las consignas era por ejemplo: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.
–Fijate la centralidad que tiene Córdoba ahora en este momento en las noticias, justo cuando nosotros también vinimos por los premios Sur. Yo hice un máster de periodismo con La Noticia Rebelde... así que imagínese, para mí fue con los más grandes. Tomé un café hace poco con Raúl Becerra. Pero entiendo: cada uno tiene que encontrar de qué manera puede ir respondiendo eso sin entrar en la agresividad, o sea, es doblemente un trabajo del alma.
–¿Te gusta el streaming como formato, como medio, que por ahí también intenta expandir un poquito esos límites tan marcados?
–Sí, el streaming está superando a la televisión porque no es tan acartonado ni políticamente correcto. Y creo que es el lenguaje de los jóvenes, que tienen una mirada de pureza sobre la realidad. Nosotros tenemos que entender eso, porque también fuimos jóvenes.
Sin pantalla
Aráoz no tiene en su horizonte ningún proyecto de cine, quizás por primera vez en muchos años. Esa rareza para él se da ante la situación de virtual paralización en gran parte del sector audiovisual, principalmente a partir de las políticas de “motosierra” del Gobierno nacional.
“Todos estábamos de acuerdo con que había que sanar el Incaa, pero no cerrar la persiana. Son dos cosas diferentes”, aclara el actor, que defiende con vehemencia la potencia que tiene el cine argentino en el mundo.
“Mariano Cohn me llamó a mí en el estreno en el festival de cine de Sundance en Nueva York de El hombre de al lado (2009) y me dice ‘Daniel, te están aplaudiendo de pie Bill Gates y Robert Redford’. Hoy las personas como Bill Gates tienen una relación con la cultura muy fuerte. Parece que también se está terminando esta historia de la riqueza. Es un tema que nosotros tenemos que tocarlo. ¿Ser rico para qué? ¿Cuál es el límite?”, suma como preguntas de difícil respuesta.
En paralelo, dice que ve complicado al cine independiente y, según él, las plataformas también se notan como con cierta “indecisión”. “Pero yo tengo 32 películas y voy a seguir trabajando. Fernando Birri le dijo a Eduardo Galeano: ‘La felicidad es el horizonte’, y Galeano le dijo: ‘Bueno, pero el horizonte está lejos’… y Birri le contestó: ‘¿Sabés de lo que se trata? De caminar hacia ahí’“.
Así confiesa que, en la calma de su hogar porteño, desde hace unos meses empezó a sentir la necesidad de escribir ficción. “Posiblemente el año que viene o el otro publique algo de lo que estoy desarrollando”, dice entusiasmado.

Un personaje ATP
El último bombazo de masividad que tuvo Daniel Aráoz se generó con su participación en el reality de cocina Masterchef. Fue en 2021, y le permitió lucirse como un participante simpático, alocado y de gran corazón.
–¿Volverías a hacer algo así en televisión? ¿Hay propuestas?
–Masterchef, el que hicimos juntos ese año, fue inolvidable. Creo que fue el que más rating tuvo, le metimos un delirio, una garra, fue hermoso. Y lo más hermoso de eso fueron los niños y las niñas que se reían conmigo. Fue muy bonito, pero pertenece a un formato que tiene un protocolo, que viene de otro lado... son complejidades. La televisión para mí hoy sería volver con La noticia rebelde. No creo que me dejen... pero sería un proyecto de esas características.
Por el contrario, cuando está alejado de la televisión, Aráoz prefiere entregarse al poder de la contemplación.
Eso planea hacer cuando se vaya en breve a la casa de un amigo entrañable en Villa Dolores. “Vamos a buscar leña y me voy a sentar frente al cerro Champaquí porque la sabiduría que tiene esa montaña, que tiene la edad de la cordillera, es enorme. Mi abuela fue comechingona, mi viejo heredó esa historia con las plantas y probaba las plantas. Me enseñó que en el amargor está el veneno. Me decía: ‘Danito, acá hay para curar la humanidad, esto es la Pachamama’, y después me enseñó a orar, papá. Mi madre me dio las herramientas para lograr construir con esas dos cosas, el arte y la cultura, porque fue actriz independiente de teatro. Recuerdo a mi madre leyéndome poesías. Todo eso me construyó”.
Hoy se puede afirmar que les salió una linda mezcla.
Para ver
Daniel Aráoz presentará su obra Master Aráoz el viernes 8 de agosto en el teatro Español de Villa Dolores, y el sábado 9 de agosto en el teatro Comedia. Entradas en Ticketek.