El próximo domingo, a las 21 y en el Dolby Theatre de Hollywood, se realizará la 97ª edición del Premio Oscar.
La ceremonia estará conducida por primera vez por el comediante Conan O’Brien, y en ella se entregarán 23 estatuillas.
Entre las nóminas más disputadas están las de mejor actriz y mejor actor, si se tienen en cuenta los resultados previos en lo que se conoce como “temporada de premios”. O en otras palabras, los resultados en las distinciones a lo mejor de cine que se celebran apenas comenzado un nuevo año y que, de alguna manera, predicen los resultados en la entrega instituida por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
Antes de relevar cuál fue el resultado en cada caso, es oportuno recordar quiénes están nominadas y nominados en las categorías referidas.
En mejor actriz compiten Demi Moore por La sustancia; Cynthia Erivo por Wicked; Mikey Madison por Anora; la española Karla Sofía Gascón por Emilia Pérez; y la brasileña Fernanda Torres por Aún sigo aquí. Y en mejor actor, Adrien Brody por El brutalista; Timothée Chalamet por Un completo desconocido; Colman Domingo por Sing Sing; Ralph Fiennes por Cónclave; y Sebastian Stan por El aprendiz.
En ambas nóminas, se imponen interpretaciones intensas, jugadas, memorables, pero la Asociación de la prensa extranjera (responsable de los Globos de Oro, el 5 de enero), la Asociación de la crítica cinematográfica (de los Critics Choice Awards, el 7 de febrero), la Academia de Cine Británica (de los Bafta, el 16 de febrero), la organización Film Independent (de los Spirit Awards, el 22 de febrero) y el Sindicato de Actores de Cine (de los SAG Awards, el 23 de febrero) marcaron una tendencia.
En mejor actriz están mejor perfiladas Moore (ganó en los Globo de Oro, en los Critics Choice Awards y en los SAG Awards), Madison (se impuso en los Bafta y en los Spirit Awards) y, en menor medida, Fernanda Torres (ganó en los Globos de Oro como mejor actriz dramática).
Y en mejor actor, los favoritos son Adrien Brody (ganador en los Globos de Oro, en los Critics Choice Awards, en los Bafta y en los Spirit Awards) y Timothée Chalamet (triunfador en los más recientes SAG Awards).
Revisemos la especificidad del papel que encumbró a cada favorito.
Las actrices
En La sustancia, filme con el que la que la francesa Coralie Fargeat ganó el premio al mejor guion en la 77ª edición del Festival de Cannes, Demi Moore interpreta a una mujer madura y famosa a la que la industria rechaza por ser ya demasiado mayor.
Es una realización de terror gore con protagónico sublime de su parte, además de un propósito artístico muy marcado: criticar impiadosamente a la obsesión por la juventud eterna, al deseo de detener el envejecimiento y a la mirada patriarcal – sexualizante que los promueve.
Para ella, La sustancia trata “sobre la perspectiva masculina de la mujer idealizada, la misma que el conjunto de la sociedad, incluidas las mujeres, hemos comprado”.
Moore reforzó su idea sobre lo interesante del filme contando que aún la nueva versión mejorada y más joven de su personaje, “sigue repitiendo los mismos patrones, sigue buscando la aprobación externa y, al final, se encuentra cara a cara peleándose consigo misma, porque ahí es donde tenemos que buscar”.
Además, dijo que tuvo que exponerse “de una manera muy vulnerable emocional y físicamente” en La sustancia. Y reveló que salió de este protagónico con una mayor aceptación de sí misma.
Anora lleva el título del personaje principal, interpretado por Mikey Madison y apodado “Ani”. La actriz de 25 años compone a una prostituta que trabaja en un concurrido “club para caballeros” de Manhattan. Su vida da un drástico vuelco cuando conoce en ese sitio a Ivan (Mark Eydelshteyn), un joven unos años menor que ella que la contrata para continuar con la diversión en su mansión moderna en Brooklyn.
Movedizo, caprichoso y aficionado a los videojuegos, Ivan cautiva pronto a la experimentada Ani, que no puede creer que ha atraído como cliente exclusivo a un descendiente rico de la oligarquía rusa, quien termina pidiéndole casamiento.
Pero para hacer a “Ani”, Madison contó que lo que más esfuerzo le tomó fue el resultar creíble como “bailarina profesional experimentada” en el terreno del pole dance. “No te lo esperás, porque cuando ves a esta gente bailar es muy sensual y nada te hacer pensar en que hay que hacer un gran esfuerzo para lograrlo”, dijo, desentendida de los otros rasgos de su “Ani”.
‘’Sí, tenés que desarrollar mucha fuerza en la parte superior del cuerpo y músculos en lugares que antes no sabías que tenías. Así que fue un gran desafío dedicarme a desarrollar ciertas habilidades”, sumó.
En Aún estoy aquí, de Walter Salles, Fernanda Torres encarna a Eunice Paiva, la esposa de Rubens Paiva, un excongresista brasileño de izquierda que, en el apogeo de la dictadura militar del país en 1971, fue llevado de la casa de su familia en Río de Janeiro y nunca volvió.
Eunice rechaza el intento de la dictadura militar de quebrarla a ella y a su familia. Cuando, tiempo después, Eunice y sus hijos posan para una fotografía de periódico en una de las escenas, ella les dice que sonrían.
“La sonrisa es una forma de resistencia”, dijo Torres.
“No es que estén viviendo felices. Es una tragedia en la que, a fin de cuentas, la víctima es el país”, añadió sobre una mujer a la que considera “una gran guía” para nuestros días.
“No se trata de si debemos estar a la derecha o a la izquierda. Se trata de humanidad. Se trata de la resistencia de la familia”, sentenció.
Los actores
El brutalista se enfoca en László Tóth (Adrien Brody), un arquitecto húngaro judío que huye del Holocausto a mediados de la década de 1940 para refugiarse en los Estados Unidos, donde deberá rehacer su vida desde los cimientos con la posibilidad inesperada de acoplar su incipiente estilo “brutalista”.
La temática del filme no sólo involucra personalmente a sus creadores sino también a su actor principal, que con este filme pareciera extrañamente retomar la vida de posguerra de aquel recordado músico judío que sobreviviera al Holocausto en El pianista (2002) de Roman Polanski, que le mereció a Brody un Oscar. Nominado de nuevo a la estatuilla por este rol de Tóth, el actor neoyorquino revela una ascendencia húngara que lo acerca al personaje.
“Mi madre, Sylvia (Plachy), es una inmigrante húngara que voló a los Estados Unidos en los años ‘50. En la década siguiente ella se volvió una fotógrafa reconocida, el Museo de Arte Moderno tiene obras suyas en su colección. Eso me hizo pensar que hay mucho de la historia de László en ella”, le dijo a Rolling Stone.
“Cuando leía el guion escuchaba la voz de mi abuelo. La idea entera de que alguien venga a los Estados Unidos para ser libre, para ser artista, y después experimente la diferencia entre la fantasía del sueño americano y la realidad; hoy tengo la vida que tengo porque mi madre atravesó todo eso”, completó.
Un completo desconocido, de James Mangold sobre la vida de Bob Dylan, se concentra en unos pocos años cruciales entre la llegada del cantautor a Nueva York en 1961 y cuando sacudió el Festival Folk de Newport en 1965 al tocar una guitarra eléctrica Fender Stratocaster.
Cualquier actor sensato huiría de este encargo. No Timothée Chalamet, cuyo trabajo en Un completo desconocido es el más ambicioso que realizó a la fecha.
El último gran intento no documental de comprender a Dylan fue I’m Not There de Todd Haynes, que dividió el encargo entre siete actores. Chalamet lo hace todo, pasando de un joven cantautor de rostro fresco a un neoyorquino arrogante y egoísta. En todos los casos, Chalamet convence.
Predicciones
Los críticos especializados de la agencia de noticias AP, Lindsey Bahr y Jake Coyle, hicieron sus predicciones sobre estas disputadas categorías.
“Esta carrera parece muy incierta después de la victoria de Mikey Madison en los Bafta y el ascenso de Anora en general”, comenzó Bahr respecto de mejor actriz.
“Madison dio un discurso tan grandioso y reflexivo allí, elogiando a sus colaboradores con el tipo de especificidad que no suele suceder en esos escenarios, y ocurrió antes de que terminara la votación de los Oscar”, añadió.
Y luego remató: “Incluso existe la posibilidad de que Fernanda Torres gane por poco. Pero sigo inclinándome por Demi Moore, quien ganó en los SAG, como la favorita sentimental: una actuación divertida y alocada y una gran narrativa de regreso. Además, este premio realmente no ha recaído en una ingenua desde la victoria de Emma Stone en La La Land”.
Coyle también le da ventaja a Moore, aunque con reservas: “Ella ha tomado la delantera gracias a la valentía de su actuación en La sustancia y posiblemente a la narrativa más convincente de la temporada. Aun así, me inclinaría por Madison, que domina absolutamente Anora”.
Con respecto a mejor actor, Coyle cree que Brody había estado en piloto automático durante gran parte de la temporada y que Chalamet se llevará el premio. “Incluso antes de su gran victoria en los premios SAG, el cariño de la academia por la muy apreciada Un completo desconocido necesitaba un lugar al que dirigirse. Estos Oscar podrían acabar siendo mejor recordados como la (merecedora) coronación del príncipe heredero de Hollywood”, fundamentó.
Bahr no está tan de acuerdo: “Me quedo con Brody. Me alegro de que Chalamet haya ganado en los SAG, tiene sentido que sus compañeros actores quieran honrar su compromiso con ese papel y esa película”. “Sería genial que ganara a la misma edad que Brody por El pianista (y de hecho convertirse en el ganador más joven de la historia). Pero teniendo en cuenta que la Academia es un organismo de votación que no suele otorgar este premio a hombres jóvenes, creo que se decantarán por la opción clásica”, cerró.
Más información
Crítica de El brutalista, con Adrien Brody: cimientos endebles de un arquitecto modernista
