Natalia Oreiro experimentó una emoción absoluta y fue la primera sorprendida al ganar el Martín Fierro de Oro por su trabajo en la película La mujer de la fila. La actriz fue previamente reconocida como Mejor Actriz en rol protagónico en cine.
Al escuchar su nombre, la intérprete estaba visiblemente shockeada y conmovida. La conductora del evento, Teté Coustarot, tuvo que animarla, diciéndole: “Creeteló, Natalia. Sí, es para vos”.
La reacción de sus colegas fue explosiva y festiva, con aplausos y gritos de alegría. El reconocimiento positivo fue unánime. “¡Bravo!”, le gritó Griselda Siciliani. Por su parte, Luciano Cáceres la describió como “una gran actriz y una gran persona”.
Al tomar el micrófono, Natalia mostró su asombro preguntando si no se habían equivocado con el premio. “Gracias. Muchísimas gracias. No sé qué decir”, expresó con las lágrimas contenidas.
En su discurso, la actriz expresó su gratitud a múltiples personas e instituciones, pero primero se agradeció a ella misma por haber creído en su arduo trabajo desde pequeña y luego a sus padres, también por “haber confiado en ella y haberle dado libertad”.
“Gracias Argentina por brindarme un hogar y una profesión. Gracias a todos los maestros que me dio este trabajo y esta vocación, a todos los actores y actrices que la ayudaron a crecer. Yo no era buena actriz, tuve buenos maestros”, señaló.
“Gracias a mi familia que siempre estuvo esperándome con un platito de comida caliente. Gracias a mi hijo que está orgulloso de la mamá que le tocó. Gracias a mi compañero, a mi manager, amigos y amigas. No sé qué más decir que gracias”, añadió.
Posteriormente, la empresaria publicó una foto acostada en la cama con su vestido rojo aún puesto y los dos galardones que se llevó de la velada. "Me siento como la niña que a los 16 cruzó en barco, con una valija llena de sueños“, escribió.
El premio de Oro fue el corolario de su éxito con La mujer de la fila, una película basada en hechos reales que se centra en la problemática silenciada del peregrinar de miles de mujeres que esperan para visitar a sus familiares detenidos.






















