La actriz Olivia Hussey, recordada por su icónico papel en la adaptación de 1968 de Romeo y Julieta dirigida por Franco Zeffirelli, falleció este viernes 27 de diciembre a los 73 años. La noticia se confirmó este sábado a través de su cuenta oficial de Instagram, donde se informó que Hussey murió “en casa rodeada de sus seres queridos”.
En la publicación, se destacó que “Olivia era una persona notable cuya calidez, sabiduría y pura bondad tocó las vidas de todos los que la conocieron”. Su legado artístico y personal sigue vivo, dejando una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerla y disfrutar de su trabajo.
Una vida dedicada a la actuación
Hussey nació en Buenos Aires el 17 de abril de 1951. Su padre, un cantante de ópera argentino conocido como Osvaldo Ribó, y su madre inglesa, Joy, marcaron el inicio de su historia, que la llevaría a mudarse a Londres con tan solo 7 años. Allí, Olivia comenzó a formarse en la prestigiosa Italia Conti Academy, debutando en el teatro a los 13 años.
Su gran salto a la fama llegó a los 15 años cuando fue seleccionada para interpretar a Julieta junto a Leonard Whiting en la icónica adaptación de Zeffirelli. La película, nominada al Oscar a Mejor Película, consolidó su carrera y le valió a Hussey un Globo de Oro y el premio David di Donatello en Italia.
Además de su rol como Julieta, Olivia brilló en la miniserie épica Jesús de Nazaret (1977), donde interpretó a María, y en Madre Teresa de Calcuta (2003). También dejó su huella en el cine de culto con su participación en Black Christmas (1974) y en Muerte en el Nilo (1978), dirigida por John Guillermin.
