En la mañana de este miércoles, se conoció la triste noticia del fallecimiento de Eusebio Poncela, legendario actor español que tuvo un paso destacado por el cine argentino.
Martín (Hache), Vidas privadas, Cabecita rubia y Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo fueron algunas de sus tantas contribuciones a nuestra industria cinematográfica.
Su estampa, entre seductora y atemorizante, también se eternizó en el clip de Matador, el hit que catapultó a Los Fabulosos Cadillacs en toda Latinoamérica.
Madrileño emergente de “un barrio rojo” como Vallecas, Eusebio Poncela tenía 79 años. Y según fuentes cercanas, su deceso se produjo por las complicaciones derivadas de un cáncer que le habían diagnosticado hace un año.
“Me encuentro en el trailer de maquillaje de la película que estoy rodando en Londres cuando me llega la noticia del fallecimiento de Eusebio Poncela. Tras el de Verónica Echegui, el de Manolo de la Calva, el de José Manuel Gorospe, la muerte viene a recordarnos lo efímero de nuestra existencia”, escribió Antonio Banderas en su cuenta de X.
“Deja detrás Eusebio unos magníficos y bellos trabajos como actor. Con él compartí La ley del deseo, un relato de Almodóvar que rodamos en un Madrid ya lejano, lleno de ruptura, diversión y de lágrimas que manchaban la vida de extraordinarios y nuevos colores. Descansa en paz enigmático y querido amigo”, cerró el malagueño.
“Una presencia enigmática, una voz profunda y una mirada de las que no se olvidan. Pocos intérpretes de nuestro cine pueden contar en su haber tantas películas de culto como Eusebio Poncela, que falleció este miércoles a los 79 años”, apuntó la Academia Española de Cine, que a su vez destaca que el madrileño deja una filmografía “salpicada de papeles marcados a fuego” y “al mundo de la cultura sin una de sus figuras más libres”.
Por su parte, Fito Páez, quien dirigió al actor en Vidas privadas, compartió en Instagram: “Eusebio Poncela fue uno de los mas grandes actores del mundo. Todo mi amor para sus familiares y amigxs en esta hora amarga. Nuestro tiempo juntos me lo llevo conmigo. RIP”.
Poncela inició su carrera en la efervescente escena teatral de los últimos años del franquismo, a donde llegó desde el barrio de Vallecas que sirvió de paisaje a su infancia.
Posteriormente, se graduó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad), tras pasar por los Estudio 1 de Televisión Española (pertenece a la misma promoción de otros intérpretes como Juan Diego o Marisa Paredes), y que debutó en cine con intervenciones en Fuenteovejuna o La muerte del escorpión.
“El salto al primer nivel le llegó con Arrebato, largometraje de Iván Zulueta que, pese a su discreta acogida comercial, pronto se convierte en una obra de culto que marcará un antes y un después en nuestro cine, inmediatamente antes de la eclosión de la movida madrileña”, precisa la ya citada Academia Española de Cine.
Posteriormente, la institución máxima del cine ibérico señaló que, luego de los mojones apuntados, Poncela ganó una gran popularidad gracias a la televisión y a su papel protagonista en la adaptación de Los gozos y las sombras, antes de trabajar con Pedro Almodóvar, con quien firmará dos de sus películas más icónicas, Matador y, especialmente, La ley del deseo.
“La segunda, con la que se inicia el idilio del director manchego con el gran público, lo confirma como uno de los intérpretes más perseguido por directores arriesgados, que ven en él una potencialidad que va mucho más allá de los trabajos comerciales para televisión. Tras ese éxito trabaja con cineastas como Carlos Saura (El Dorado), Imanol Uribe (El rey pasmado) o Pilar Miró (Werther)”, detalla antes de adentrarse en los años del retiro argentino de Poncela.
El retiro argentino de Eugenio Poncela
Es entonces que la Academia apunta que Adolfo Aristarain lo recuperó para el papel de Dante en Martín (Hache), “personaje que suma a su muestrario de inolvidables papeles, y que le vuelve a confirmar como una presencia inigualable para obras de culto”.
“A partir de entonces combina el cine español y el argentino para participar en películas como La sombra de Caín, Liz de inocencia, Vidas privadas, Sagitario, Intacto, 800 balas, Remake, Los Borgia o Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”, cierra.
Poncela recibió importantes reconocimientos en vida, entre los que se destacan el Premio Sant Jordi al mejor actor español por El arreglo (1983) y por Martín (Hache) (1997); el Cóndor de Plata al mejor actor de reparto por esta última película; y el Premio Nacho Martínez en el Festival Internacional de Cine de Gijón (2004) por su trayectoria.
Por su trayectoría también fue distinguido con el Premio Especial Sant Jordi de Cinematografía (2017) y por su trabajo en Carlos, Rey Emperador (2016) con el Premio Iris al mejor actor en televisión