Una Emma Stone rapada y de cara blanquecina le da el toque distintivo a Bugonia, la cuarta colaboración entre la actriz estadounidense y el realizador griego Yorgos Lanthimos que llega a cines. La dupla oscarizada prosigue con la comedia negra a la que le dieron forma en La favorita, Pobres criaturas y Tipos de gentileza, desplazando ahora el foco a las teorías conspirativas y la brecha de clase y complementando el elenco con el también reincidente Jesse Plemons.
En efecto Bugonia podría leerse como un sketch extendido de Tipos de gentileza, aquel tríptico desalmado donde Stone y Plemons alternaban roles diversos, de no ser porque esta vez Lanthimos colabora por primera vez con el guionista Will Tracy (The Menu, Succession), que reemplaza a los habituales Efthymis Filippou y Tony McNamara. A partir de una premisa ideada en pandemia por Ari Aster (el reconocido director que oficia de productor de Bugonia), Tracy emprendió una adaptación del filme surcoreano de ciencia ficción Save the green planet! (2003), trasladando la historia al presente y a los Estados Unidos.
Michelle Fuller (Stone) es la lúcida y encumbrada CEO de una corporación farmacéutica de avanzada en el condado de Fayette, Georgia, que le cae en suerte ser secuestrada violentamente por Teddy (Plemons), un empleado de la empresa y apicultor de la zona (“Bugonia” alude a un mito griego en torno a las abejas) que está convencido de la existencia de los extraterrestres.
De hecho el rebelde personaje lleva a Michelle amordazada a su casa en las afueras, donde vive refugiado con su pasivo primo cómplice Don (Aidan Delbis, un no actor diagnosticado con autismo), para sonsacarle a la mujer la confesión de que proviene de la lejana Andrómeda y que forma parte de un plan para acabar con la humanidad.
La mayor parte de la película transcurrirá en ese duelo bajo llave entre los tres personajes, donde Michelle será rasurada y cubierta de crema antihistamínica para evitar contactos con sus pares alienígenas y torturada e interrogada salvajemente, mientras por los alrededores ronda un policía aguafiestas (Stavros Halkias) que había sido niñero de Teddy.
El pasado del protagonista es importante, en tanto una subtrama incluye a su madre adicta y convaleciente en un hospital (Alicia Silverstone), que acaso podría llegar a beneficiarse de la medicina avanzada de los andromedanos.
La típica dialéctica entre ganadores y perdedores, víctimas y victimarios cruelmente atravesados por el cuerpo y el lenguaje del cine de Lanthimos avanza en Bugonia hasta una consumación supersticiosa de eclipse de luna, resolviendo la fricción entre mentira y (pos)verdad en un giro insólito que lo resignifica todo.
El cinismo incómodo del griego halla en ese sentido en Bugonia una de sus manifestaciones más amables, ya lejos de la extravagancia bizarra de Caninos (2009) y siempre beneficiado por la presencia infalible de Stone (la película acaba de merecer tres nominaciones a los Globo de Oro: por mejor comedia, actriz y actor).
Curiosidad natural
Al reflexionar sobre los álgidos temas de Bugonia, Stone le dijo al sitio Ynetnews: “Da la sensación de que ya hemos dejado de compartir un entendimiento básico de la realidad. Ya no sabemos qué se considera real, ya sea entre grupos o individuos. ¿Quién puede decir cuál es tu versión de la realidad? Es como con los colores, ¿cómo podemos estar seguros de que lo que yo veo de color púrpura vos no lo ves así, aunque toda la vida te dijeron que eso es púrpura? ¿Cómo podemos dar por sentado que estamos viendo el mismo mundo, visualmente hablando?”, dijo la actriz.
Y completó: “Lo mismo aplica a la realidad. ¿Qué percibimos como realidad? No importa si nos basamos en nuestras propias creencias o experiencias, ¿cómo podemos saber cuál es la realidad personal de cada individuo? Pienso que eso está siendo examinado en este mismo momento, en mi país y en el mundo, en donde la gente se aferra de manera tan estrecha a sus creencias, esperanzas, acusaciones y temores”.
En una nota con NPR, Lanthimos comentó que Bugonia busca transmitir esa incertidumbre paranoica sacudiendo las certezas del espectador desde caracterizaciones paradójicamente polarizadas, caricaturescas: “La estructura del filme te hace pensar que Teddy representa a un tipo específico al que creés reconocer de forma inmediata. Y lo mismo sucede con Michelle. Ellos suponen una suerte de arquetipos y vos creés saber quiénes son y qué representan y cómo piensan. Pero más adelante te das cuenta que las cosas no son exactamente como las imaginabas, y eso desafía todos los prejuicios que existen hoy en la sociedad”, señaló el director.
¿Qué lo lleva a tratar estas cuestiones en sus filmes? “Para mí es una curiosidad natural, que consiste en observar a los humanos, la sociedad, sus reglas, lo que pasa en el mundo, y crear a partir de eso estos pequeños paradigmas o experimentos para que revelen más cosas o generen más interrogantes antes que un entendimiento. Y llevar las cosas más y más lejos hasta que quizás en algún punto puedas comprender algo”, concluyó.
Para ver
Bugonia. Irlanda, Reino Unido, Canadá, Corea del Sur, EE.UU., 2025. Guion: Will Tracy. Dirección: Yorgos Lanthimos. Con: Emma Stone, Jesse Plemons y Aidan Delbis. Duración: 118 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 16 años. En cines.
