Haley Joel Osment irrumpió en Hollywood con tan solo 11 años y su espectacular actuación en Sexto Sentido, que le valió una nominación al Oscar. No obstante, a pesar de tener un futuro prometedor como estrella de cine, tuvo vaivenes que le jugaron en contra.
El 8 de abril, el actor fue detenido en un centro de esquí en California.
El arresto ocurrió por encontrarse en estado de ebriedad en público y por posesión de sustancias. Adicionalmente, durante el proceso de detención, Osment dirigió insultos de carácter racista hacia un oficial de policía.
Recientemente, un juez dictaminó una sentencia para el actor de 37 años. Como parte de la sentencia, Osment deberá asistir a tres reuniones semanales de Alcohólicos Anónimos durante los próximos seis meses. También se le exige visitar a su terapeuta al menos dos veces por semana durante el mismo período.
Esta sentencia le permitió evitar una pena más severa que el juez había considerado inicialmente, la cual era de un año. La revista People había informado sobre esta posible sentencia de un año, pero en la audiencia donde se dictó finalmente el fallo se decidió otra cosa.
Este período de problemas legales coincide con un resurgimiento en la carrera del actor. Después de años de enfrentar dificultades para pasar de ser una estrella infantil —habiendo sido nominado a un Oscar con solo 11 años por su papel en la película de M. Night Shyamalan— a conseguir roles como adulto.
En 2025, Osment parecía estar regresando a un primer plano profesional. De hecho está previsto que interprete al villano principal en la segunda temporada de la serie Merlina. Además, apareció en la película Parpadea dos veces, dirigida por Zoe Kravitz, y colabora de manera regular en el programa Late Show de Jimmy Kimmel, donde encarna al vicepresidente J.D. Vance.
Durante la audiencia de ayer, el fiscal del distrito del condado de Mono se opuso a la solicitud de la defensa. El fiscal argumentó en contra citando una condena previa del actor por conducir bajo los efectos del alcohol y los insultos racistas dirigidos al oficial que realizó el arresto. A pesar de la oposición fiscal, esta no fue tomada en cuenta finalmente.
Para que todos los cargos sean desestimados, Osment debe completar satisfactoriamente el acuerdo establecido con el tribunal. En caso de no cumplir con los requisitos en los seis meses, el proceso penal se retomará. Está fijada una cita con el juez para el 5 de enero de 2026, donde el actor deberá presentarse para una revisión del cumplimiento de las condiciones exigidas.
En cuanto a las ofensas racistas de las que se le acusa durante su detención, las cuales, según TMZ, fueron insultos específicamente antisemitas, el actor ya emitió una disculpa por el “lenguaje vergonzoso” utilizado.
En un comunicado difundido el 17 de abril, Osment expresó estar “absolutamente horrorizado” por su conducta. Afirmó que si hubiera sabido que usó ese “lenguaje vergonzoso” durante un “desvanecimiento”, habría hablado antes.
Durante su comparecencia ante la Justicia ayer, el actor hizo referencia a las graves consecuencias que experimentó al perder su hogar en Altadena, California, a causa de los incendios de enero.
Explicó que este desastre ambiental había influido en su comportamiento, indicando que los “últimos meses de pérdida y desplazamiento” lo habían llevado a un “lugar emocional muy bajo”.
Frente al juez, añadió sobre el insulto que esto no era una excusa para haber empleado esa “palabra repugnante”.
Declaró: “Desde lo más profundo de mi corazón, pido disculpas a absolutamente todas las personas a las que esto hizo daño”. Calificó lo que dijo como “basura sin sentido”. Mencionó sentirse como si hubiera “defraudado a la comunidad judía” y que esto lo “destroza”. Concluyó diciendo que no pide el perdón de nadie, pero promete “expiar” su “terrible error”.