Florinda Meza García, la legendaria actriz que saltó a la fama al interpretar al personaje de “Doña Florinda” en la serie El Chavo, fue noticia porque habló sin filtro sobre Chespirito: sin querer queriendo, la serie sobre la vida de Roberto Gómez Bolaños.
Históricamente, ella fue objeto de controversias cuando se reveló que Roberto Gomez Bolaños, creador de la serie, mantuvo un romance con Meza a escondidas de su esposa, Graciela Fernández. Finalmente Bolaños se separaría de Fernández en 1989, casándose con Meza en 2004.
Actualmente, Chespirito: Sin querer queriendo reavivó el interés del público latinoamericano por la historia detrás del programa número uno de la televisión humorística. Los hijos de Bolaños, principalmente Roberto Gómez Fernández, se encargaron de producir una serie que abordase la vida de su padre desde su propia perspectiva.
Por eso, en los capítulos disponibles en Max (ahora HBO Max) vemos una visión de Bolaños que enfatiza en el amorío del humorista con su compañera de cámara; y el dolor de una madre de seis hijos abandonada por su esposo.
Por ello, los ojos de la audiencia están puestos en Florinda Meza. En su cuenta personal de Instagram, se dedica a compartir todo tipo de publicaciones relacionadas a su esposo fallecido y a cómo él es representado en la serie.
“A el no le gustaba que la gente pensara que el éxito le llegó de repente (por un chispazo) éxito no es igual a fama, se hizo famoso con El Chavo, pero ya era exitoso”, expuso la actriz desde su cuenta de Instagram.
Esencialmente, la actriz critica que la serie convierte a Chespirito en un luchador hollywoodense, alejando el personaje del trabajador que ella asegura que fue. “Aparece su nombre y su imagen, pero no es el”, declara.
Adicionalmente también resalta su desacuerdo con la forma en la que Elsa Bolaños Cacho, madre de Roberto, es representada en la serie. Contrario a lo que muestran en la serie, Meza afirma que Elsa “marcó la vida de Roberto, siempre lo impulsó y creyó en su talento”.
Los comentarios de las publicaciones en redes emplean un vocabulario soez y crítico para con Florinda, acusándola de muchísimas cosas (la más leve es de ser “la tercera en discordia” en un matrimonio establecido de 20 años y seis hijos). Al menos, esa es la manera en la que actúa en el último capítulo emitido de la serie.
Meza ya había visto venir la manera en la que sería retratada. Antes de la publicación de la serie, y en respuesta a un avance, comentó que no estaba contenta con la idea de su realización, pero que tampoco podía fingir desinterés.
A días de la publicación de la serie, estalló la primera polémica. En principio, se sabía de antemano que los nombres de algunos de los personajes serían cambiados. Puntualmente dos: El de Carlos Villagrán (alias Quico) sería cambiado por “Marcos Barragán”, el de Florinda Meza (alias Doña Florinda) por “Margarita Ruiz” y el de Enrique Segoviano (director cercano a Chespirito), por el de Mariano Casasola.
El cambio fue extraño, pero Meza se encargó de justificarlo al afirmar: “Sé de buena fuente que en la producción no se me trata con respeto y mucho menos con verdad”.
No es de extrañar que haya pedido que le cambien el nombre. El último capítulo pone especial enfoque en el amorío entre Bolaños y Meza; el primero casado con seis hijos y la segunda comprometida con el director Enrique Segoviano (Mariano Casasola en la serie).
“Por otra parte, a mí nadie me ha informado nada. Ni una llamada telefónica. No les importa la autorización de una viuda que aún vive”, comentó Meza en su momento. En aquel comunicado, que compartió por redes sociales, Florinda finalizó con una sentencia: “Esto causaría un gran dolor a mi Rober si aún viviera”.
