F1: la película es la nueva producción del director Joe Kosinski (Tron: El legado, Top Gun: Maverick). En ella, Brad Pritt interpreta a Sonny Hayes, un ex corredor de Fórmula 1 que, después de un trágico accidente, no volvió a ser el mismo. Hayes es convencido de regresar a las carreras para entrenar a un jóven prodigio, interpretado por Damson Idris.
Para la película, Kosinski contó con el apoyo económico de la estrella del automovilismo Lewis Hamilton, la multinacional Apple y el productor Jerry Bruckheimer.
La película estrenará en el cine el 27 de junio de la mano de Apple y será distribuída por Warner Bros.
Qué dicen los protagonistas de la película y la producción
Recientemente, el equipo comenzó una gira publicitaria, que inició en México.
“Ha sido una tarea de 3 años, estamos muy orgullosos de ella”, contó Pitt en México hace unos días. “Ha sido un sueño hecho realidad, vengo queriendo hacer una película de carreras hace décadas”, admitió el actor.
Incluso llegó a admitir que actuar en F1 “fue una experiencia como ninguna otra que haya tenido”, en su carrera o su vida.
Por su parte, en una entrevista con Variety, Kosinski contó que para grabar la película fueron a carreras reales. De hecho, contaban con un garage entre otros dos competidores.
“Tuvimos que grabar en espacios de 10 o 15 minutos, donde teníamos que tener a Brad (Pitt) y Damson (Idris) listos en sus autos, con las ruedas calientes y listos para salir”, contó el director.
Las escenas de los protagonistas corriendo fueron grabadas en los estadios reales, en intervalos de las carreras. El público que se vé en la película es gente que realmente acudió al evento. “No creo que el público se haya dado cuenta de que Brad Pitt estaba en el auto justo frente a ellos”.
Kosinski contó que la idea para la película le surgió cuando vió F1: Drive to Survive durante la pandemia.
La serie documental de Netflix le sorprendió por su énfasis en los equipos más chicos, alejando la mirada de los titanes del deporte como Ferrari o Redbull.
Tal fue su agrado con la serie que poco después de terminarla contactó con Lewis Hamilton para hacer la película.
El siete veces campeón de Fórmula 1 viene hace tiempo interesado en el cine. Incluso contactó a Kosinski en el 2018 para actuar en Top Gun: Maverick.
La iniciativa llegó lejos: iba a ingresar en el rol del personaje de Mickey “Fanboy” García. Sin embargo, los horarios de grabación chocaban mucho con su apretado calendario de corredor.
“En algún punto tendré que parar de correr”, contó Hamilton a Variety. El corredor de 40 años está alcanzando el umbral de su carrera como corredor, pero no quiere quedarse quieto.
Hace 3 años fundó su propia compañía de cine y televisión llamada Dawn Apollo, que se encargará de producir F1. La compañía ya produjo una autobiografíua del corredor, titulada Lewis Hamilton: La fórmula ganadora, disponible en Apple TV.
“Realmente me encanta el cine, estoy muy emocionado de construir Dawn Apollo y acercarla a la gente apropiada, como Apple” contó el corredor, ahora empresario.

La enorme multinacional también decidió expandir sus horizontes al cine. Desde hace seis años, la compañía fundada por Steve Jobs viene invirtiendo en producciones de todo tipo. Ahora, decidió invertir en Kosinski para lograr un alto impacto cultural.
F1 recibe todo el apoyo monetario posible porque trata sobre uno de los deportes más populares actualmente. Es una de las disciplinas que más dinero mueve y esta película ciertamente contribuiría a dos factores: terminar de cimentar la Fórmula 1 como el deporte del momento, atrayendo a nuevos fans; y cosechar un enorme rédito económico en taquilla.
El que está confiado ciertamente es Hamilton: “Si ves anteriores películas de carreras, verás que es muy difícil crear un sentimiento auténtico de carreras”, admitió el corredor. Para la película, redobló la apuesta: “Esta es la mejor película de carreras jamás hecha”.
Es una película a todo o nada. 300 millones de dólares de presupuesto la convierten en una de las películas más caras de la historia del cine.
De fallar, se llevaría consigo mucho más que solo una decepción.
Apple seguramente replegaría su inversión en territorio cinematográfico, Hamilton vería morir su joven compañía y Kosinski perdería toda credibilidad alcanzada como director (posiblemente entrando a una lista negra de inversores).
“Sin presiones”, ironiza el personaje de Brad Pitt en el tráiler. “Ninguna”, le contesta el propio de Javier Bardem.