Luego de muchísimas idas y vueltas (con un año completo de parate y cambios de reglas en el medio), el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) finalmente anunció a los ganadores del subsidio de este año.
Según publica La Nación, en la lista se encuentran algunos directores que ya han tenido peso del cine independiente como Naishtat (Rojo, Puán), Roselli (Algo nuevo, algo viejo, algo prestado) y Navas (Hoy partido a las tres, Las mil y una).
Los largometrajes ganadores del concurso son
- Amazon Dreams, dirigida por Andrew Sala
- El corazón es un músculo errático, dirigida por Julián Dabien
- El Delator, dirigida por Mariano Minestrelli
- La escuela pesada, dirigida por Hernán Rosselli
- Los erizos, dirigida por María Victoria Galardi
- Se queman de la misma forma, dirigida por Clarisa Navas
- Los amantes que no sabían demasiado, dirigida por Gastón Horacio Del Porto
- Zona Norte, dirigida por Benjamín Naishtat
En la categoría documental
- El buen juicio, dirigida por Matías Scarvaci
- Perfume, una película de María Gabriela Epumer dirigida por Lucía Ruiz
Según consignó el mencionado medio, el premio se cobra en dos tramos: el 80 por ciento a la firma del contrato de realización con Incaa, y el 20% restante, cuando se entrega la copia certificada de la película. Es decir, una vez terminada.
De los diez ganadores mencionados, ocho son para productos de ficción y dos de documental; los primeros recibirán el equivalente en pesos (a la cotización vendedora del día de liquidación) de 225.000 dólares; los segundos, de 50.000 dólares.
Al ser un subsidio los realizadores no están obligados a devolver el dinero y a partir de los dos años del estreno en cines comerciales, el Incaa se queda con los derechos no exclusivos de exhibición para sus plataformas y salas.
Con el dinero entregado, los concursantes están obligados a entregar el producto en el tiempo impuesto desde la convocatoria.
Uno de los grandes cambios es que el subsidio no puede cubrir más de 50 por ciento del costo de la película y no puede ser usado como adelanto de salario por lo que las productoras están obligadas a conseguir la otra mitad con financiamiento privado.
