La llegada de la serie de El Eternauta a Netflix es la concreción de un sueño largamente esperado por la comunidad artística y cinematográfica argentina. Según se detalla en un comunicado oficial enviado por Netflix, adaptar la obra cumbre de Héctor Germán Oesterheld representó un desafío “sin precedentes en términos creativos, técnicos y financieros”.
Después de innumerables proyectos fallidos, la productora K&S Films, que tenía los derechos desde 2005, encontró la “gran oportunidad” en 2018 cuando Netflix propuso convertirla en una serie. Esta decisión fundamental resolvió un escollo que no se había podido superar en intentos anteriores: adaptar la historia a una estructura de tres actos. Volver al formato episódico, recuperando el espíritu de publicación original.
El Eternauta: principales diferencias entre la serie y el comic
Bajo la dirección y guion de Bruno Stagnaro, la serie busca capturar la esencia de la historieta pero introduce cambios significativos para resonar con el público actual. No se trata de una simple traducción de formato, sino de una adaptación que busca ser fiel al “corazón de la historia” discutiendo con lo que pasa ahora. Un recorrido por las principales diferencias entre la serie y la novela gráfica:
- El salto en el tiempo: de los ’50 a la Buenos Aires actual. Una de las decisiones más meditadas y centrales del director Bruno Stagnaro fue trasladar la trama a la época actual. La historieta original proponía un juego de contemporaneidad, situando la acción en las calles de la época en que se publicó, para que el lector pudiera sentirse parte de ese mundo. La serie busca preservar esa idea, pero aplicándola al presente. Según Stagnaro, “Nos pareció fundamental preservar esa idea: que la historia fuera emitida en la misma época en que sucedía”. Retroceder en el tiempo “no hubiese respetado el espíritu original” y habría impedido que la ciudad fuera “una presencia viva”. Por lo tanto, no veremos la Buenos Aires de los años 50 o 60, sino la “de hoy”. El punto de partida se ubica en Vicente López, aunque la historieta comienza “muy cerca de allí”.
- Rutas y cronología. Si bien la Buenos Aires de la serie, al igual que en el cómic, ocupa un lugar central y sus calles y edificios son parte intrínseca, los personajes de esta nueva era “no transitarán los mismos rumbos que en la obra gráfica original”. La adaptación se trabajó tomando “resonancias” de la obra original pero sin intentar traducirla con exactitud. La prioridad fue “capturar el espíritu, las atmósferas, las estéticas y los lugares de El Eternauta I y II, pero “no necesariamente siguiendo la cronología planteada en el cómic”. Aunque se usan elementos de la segunda parte, la principal incidencia en el arco de la serie la tiene el primer fascículo. La lealtad es hacia el “corazón de la historia”, priorizando la honestidad en las decisiones de adaptación detallan los creadores de la serie en el comunicado enviado por la plataforma.
- El foco en la dimensión humana y la “Épica del hombre común“. Aunque la escala de producción es inédita en el país y hay grandes avances en escenarios virtuales y efectos especiales, la tecnología va “por detrás de la historia”. La verdadera escala del proyecto, según Matías Mosteirín, se define por “la dimensión afectiva que lográramos construir entre los personajes”. A diferencia de otras ficciones apocalípticas que empiezan después del evento, El Eternauta transcurre en tiempo real desde el “instante cero”, contando un evento gigante desde una “perspectiva al ras del piso”. Esto es parte del ADN de la historia, y la serie potenció este aspecto. Es una historia de supervivencia, pero también y fundamentalmente “una historia de amistad”. Martín Oesterheld, consultor creativo de la serie y nieto del autor, destaca que la lupa de la adaptación se puso principalmente sobre los personajes, respetando la idea original de la “épica del hombre común, de la resistencia encabezada por un grupo de amigos”. La prioridad de Stagnaro fue darle un “desarrollo humano” a lo que sucede y generar una “problemática específica para el protagonista”. Se trata de la historia de Juan Salvo y las personas a su alrededor. La adaptación se enfocó en una construcción específica de Juan Salvo, explorando la supervivencia y la solidaridad, pero también cómo este evento extraordinario representa para los personajes, paradójicamente, una “especie de segunda oportunidad”, especialmente para aquellos que estaban “a punto de ser descartados por el sistema”.
- La Idiosincrasia argentina como elemento central: soluciones creativas y localidad. Un aspecto distintivo de la adaptación es la incorporación de elementos que refuerzan la “argentinidad” y la idiosincrasia local. La serie revela pronto que ciertos objetos analógicos o mecánicos de décadas pasadas recuperan su valor porque “lo viejo funciona”. Esta decisión se vincula con una característica argentina: “frente a los grandes obstáculos, aparecen caminos alternativos, artesanales, creativos”. Stagnaro señala que El Eternauta tiene un “carácter muy local en la manera de enfrentar dificultades enormes con elementos que están a mano”. La limitación lleva a los personajes a encontrar “cómo salir adelante”. Este concepto no solo está presente en la historia, sino también en el modo en que se llevó adelante la producción, donde los recursos, aunque gigantes, no alcanzaban para la escala necesaria, obligando a buscar “una nueva manera de resolver”. Ariel Staltari, coautor de la serie e integrante del elenco, describe la historia como apocalíptica con condimentos universales, pero con la especificidad puesta en lo “vincular y en nuestra idiosincrasia, con muchos toques de argentinidad”. Martín Oesterheld añade que los personajes son “reales y cercanos”, fácilmente identificables con el mundo “porteño, lo argentino”. La serie cuenta la ciencia ficción “a nuestra manera, desde un punto austral del mundo”, contrastando con la tradición anglosajona. Francisco Ramos, de Netflix, subraya que el equipo encontró un camino para hacer ciencia ficción de una “forma propia, local, no como una traslación de códigos sajones”.