La frase periodística a veces es contundente. Dicen en un diario o en un noticiero, cuando un desconocido o un hombre celebre ha muerto: ha dejado de existir. Es una forma minoritaria de hablar sobre los muertos, muy diferente a otras expresiones frecuentes.
El tono elegíaco en boga prefiere creer en la idea de viaje. Los que mueren se van de viaje, y es por eso que días después se les envían cartas de despedida, como se puede apreciar en los muros de varias redes sociales. Hasta donde se sabe, ningún muerto ha respondido.
Sea como sea, el “ha dejado de existir” tiene una precisión inmodesta. Porque el cuerpo sin vida no es más de quien en él vivió. Todo duelo implica atravesar un largo y secreto trabajo de acomodamiento. El que no está más tiene que volver a estar de otro modo. El trabajo del duelo es exactamente reacomodar, a quien dejó de ser, en la memoria de alguien que aún es. ¿Cómo filmar algo así?
Cuando las nubes esconden la sombra es secretamente una película de duelos. Está el de la protagonista, la actriz que interpreta María Alché, que viaja hasta Puerto Williams para filmar una película. Está el duelo de una persona que conoce azarosamente mientras la lleva de un lado a otro con un auto prestado porque no tiene nada que hacer. Eso sucede en el interior del relato.
Por fuera hay otros dos, los del propio Torres Leiva: su madre murió hace un tiempo, también su querida amiga y actriz, central en Verano, pretérita película del cineasta chileno, donde Rosario Bléfari, quien murió demasiado joven, resplandecía. Esto es lo que está “detrás de las nubes”, y es eso lo que tiñe el tono del relato y su peculiar modo de hacer sentir el tiempo del personaje.
La trama, en verdad, es un entretejido de encuentros discretamente extraordinarios. Nadie es especial, pero todos los que interactúan con el personaje de Alché añaden algo misterioso al instante que comparten.
Eso pasa con un biólogo que estudia insectos microscópicos, con una mujer chamán que hace curaciones, con una pareja de historiadores y otros tantos que pasan y siguen. Torres Leiva aprovecha cada cruce entre desconocidos para insistir en una cierta cualidad benevolente que, a juzgar por la forma en la que vivimos en la actualidad, es una suerte de apuesta utópica. El cuidado por las palabras y la reverencia por la conversación son insignes insumos estéticos para el cineasta.
Todo lo descripto pasa mientras la actriz espera en este pasaje austral la llegada del equipo de la película, que no pudo viajar por una tormenta. Tal circunstancia acentúa la relación perceptiva con el entorno y la sensibilidad del personaje frente a los otros. Está sola en un paisaje tan hermoso como desolador.
Sobre esa circunstancia narrativa el cineasta aprovecha para acentuar la disposición perceptiva del personaje y hacer de su experiencia el centro de la película. La escena en la que ella graba los sonidos del ecosistema y vuelve lo propio de su oído en sonido en sí de la película es el pasaje que revela la poética del cineasta.
La apuesta es hacer palpable la experiencia total del personaje. El tiempo del duelo es el tiempo del relato. La percepción agudizada por las circunstancias se duplica para el observador que mira y escucha de otro modo. La abstracción de un duelo deja de serlo.
No hay muchos cineastas como José Luis Torres Leiva. Es un cineasta que entrevió desde sus inicios que el cinematógrafo es una forma de trabajar con la materia del mundo y que aspira a transfigurar lo que es en puro encantamiento estético: los reflejos en una ventana, el viento invisible que sopla, los animales que no están lejos pero no se muestran, los objetos de una pieza o de un negocio, las palabras que se pronuncian, el movimiento de las nubes en el cielo…
El asombro nunca falta en las películas del cineasta, y la hermosa Cuando las nubes esconden la sombra no es una excepción.
Para ver
Cuando las nubes esconden la sombra (Chile / Argentina / Corea 2024)
Duración: 70’, ATP
Dirección: José Luis Torres Leiva.
Con María Alché.
En el Cineclub Municipal, hasta el miércoles 16: sábado 18:00 y 23:30; Domingo 15:30 y 20:30; Lunes 18:00; Martes 20:30; Miércoles 18:00.