Intima e impersonal, individual y generacional, Alemania recrea una época vital con pocos y precisos elementos. El debut de María Zanetti delinea un camino hacia la iniciación adulta centrándose en la figura de Lola (Maite Aguilar), una adolescente que sueña con realizar un intercambio en Alemania por más que un puñado de materias que se lleva a marzo hagan peligrar el viaje.
Esa traba académica es sin embargo cosa menor en comparación con los conflictos internos que atraviesa la familia de la protagonista, motivados por percances económicos pero sobre todo por la inestabilidad mental de Juli (Miranda de la Serna), hermana mayor de Dolores.
La tranquilidad hogareña y la paciencia de los padres (María Ucedo y Walter Jakob) es puesta constantemente a prueba por los estallidos emocionales de la joven, relegando a un segundo lugar los fuertes anhelos de Lola por pasar una utópica estadía en el país europeo.
El tiempo donde transcurren los hechos es la década de 1990, que Zanetti invoca de manera genuina y sin obviedades: allí están los CDs, casetes y walkmans, una emisión televisiva de Magazine For Fai, la galería porteña Bond Street como reducto underground de piercings y tatuajes, los videojuegos de baja definición, las remeras de Suárez.
El escenario es asimismo el reconocible barrio urbano de clase media, y así circulan bicicletas, piletas, meriendas en patios, besos en fiestas y eventos familiares que Lola filma con su propia cámara casera en una escena granulada esbozando el reflejo autobiográfico más evidente de Alemania.
Narración que fluye
A pesar de sus tácitas turbulencias todo en el filme luce sencillo y natural, y así el camino hacia el posible intercambio internacional transcurre en simultáneo al aprendizaje de manejo de Lola en el Renault 9 del padre, metáfora nítida que funciona bien.
De igual manera los diálogos mínimos demarcan con fluidez la narración al mismo tiempo que las actuaciones los hacen creíbles, algo que no siempre suele ocurrir en el cine independiente local.
Aguilar es en verdad el corazón visible de Alemania, siendo que la actriz sostiene la película con los gestos justos y una valentía vulnerable a flor de piel. Son sus acciones tenaces y empáticas –en contraste con las estridencias de la hermana, el tono del largometraje que Zanetti eligió no filmar– las que trazan una ética y un arco conmovedor justificados en el intenso final, que indica que el amor siempre es más visible a la distancia.
Para ver
Alemania. Argentina, España, 2023. Guion y dirección: María Zanetti. Con: Maite Aguilar, Miranda de la Serna, María Ucedo y Walter Jakob. Duración: 87 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 13 años. En cineclub municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49), del jueves 2 al miércoles 8 de mayo.
Horarios: Jueves 2/5, 15.30 y 20.30; viernes 3/5, 18 y 23; sábado 4/5, 15.30 y 20.30; domingo 5/5, 18 y 23; lunes 6/5, 23; martes 7/5, 18 y miércoles 8/5, 20.30.
