Constantemente aparecen nuevas técnicas y materiales constructivos, las tendencias en interiorismo cambian en cada temporada y las necesidades de los residentes de una vivienda van modificándose a medida que nacen o se suman nuevos miembros. Estas situaciones hacen que muchos deban enfrentar procesos de ampliación o remodelación de los ambientes del hogar.
La primera dificultad a la que nos enfrentamos al encarar el proyecto es el cálculo del presupuesto: ¿Cuánto vamos a gastar? ¿En qué podemos ahorrar para no pagar de más? ¿Cuáles son los costos en los que no conviene escatimar? ¿En qué instancia de la obra debemos pagar cada cosa?
Te contamos algunos trucos para responder estas preguntas y facilitar esta instancia del proceso.
Fórmula para calcular el presupuesto
Existen varias herramientas, incluso en línea, que nos ayudan a calcular el presupuesto para una reforma. ¡Cuidado! El resultado es una cifra aproximada, que varía en relación a múltiples factores.
Un buen inicio es averiguar el precio estimado por metro cuadrado de remodelación, que suele ser publicado por los colegios de arquitectos o ingenieros locales. Este número cambia en función de los materiales que se emplean: de calidad baja-media, media-alta u óptima.
Pero para hacer un cálculo acertado y lo más parecido a la realidad, es necesario tener en cuenta otros elementos que veremos a continuación.
Factores que influyen sobre el precio
- Ubicación: la reforma será más o menos costosa dependiendo de en dónde se encuentre la vivienda. Por ejemplo, es diferente el costo entre una zona rural y una urbana, o incluso entre una ciudad y otra.
- Tipo de reforma: el presupuesto varía según si la remodelación es parcial o total, si es estructural o de mobiliario, etcétera.
- Dimensiones: los metros cuadrados a intervenir inciden directamente en el costo final de la obra, tanto porque a mayor tamaño implica más materiales como porque se accede a mejores precios si se compra por más cantidad.
- Tipo de espacio: el precio cambia según la función del ambiente a remodelar. No cuesta lo mismo actualizar un baño que un living, ya que el primer ambiente implica el revestimiento de los muros, la grifería, los sanitarios, las cañerías, entre otros elementos particulares.
- Estado actual: cuanto mayor sea el deterioro o la antigüedad de la vivienda, más grande será la magnitud de los trabajos de restauración, y esto incide directamente en el total del presupuesto.
¿Cómo reducir el costo de la remodelación?
En el caso de que el presupuesto de remodelación sea más elevado de lo esperado, existen algunos trucos para reducirlo. ¡Pero cuidado! Hay que considerar bien los aspectos en los que se puede ahorrar y cuáles son los materiales o técnicas en los que se recomienda no escatimar.
- Planificar con detalle: es importante invertir en un proyecto que nos permita entender de un vistazo todos los detalles de la reforma. Esta sencilla acción puede ahorrarnos mucho tiempo y dinero.
- Comparar varios presupuestos: consultar precios en dos o tres proveedores y dividir las compras es un punto determinante para reducir la cuenta final. ¡Hay que tener en cuenta el costo del envío de los materiales!
- Realizar un seguimiento continuo: para garantizar el éxito, hay que evitar errores y sobrecostos. Para ello, es de vital importancia que alguien controle permanentemente el desarrollo del proyecto. Verificar a diario los trabajos que se realizan y coordinar adecuadamente todos los oficios es imprescindible si queremos obtener los mejores resultados.
- Consultar con expertos: se trate o no de la primera reforma, lo ideal es asesorarse con los que tienen experiencia, que seguramente sabrán en qué no gastar de más.
Remodelar los ambientes del hogar no es una tarea para nada sencilla. Hay que planificar lo más preciso posible, contratar profesionales y mano de obra con referencias, hacer un seguimiento constante de los avances y cuidar hasta los últimos detalles para no gastar ni un centavo de más.
