La Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (Adaarc), institución de referencia en el ámbito de la salud de la provincia, con más de siete décadas de trayectoria, se destaca por su compromiso con la formación de profesionales altamente capacitados, la promoción de prácticas médicas seguras y humanas, y el fortalecimiento del sistema de salud mediante innovación, tecnología y responsabilidad social.
Formación de excelencia: el Programa de Residencias
Uno de los pilares fundamentales de Adaarc es la formación de médicos anestesiólogos, una especialidad clave en cualquier procedimiento quirúrgico. A través de su Programa de Residencias en Anestesiología -desarrollado en conjunto con el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Católica de Córdoba-, la asociación brinda una formación académica y práctica de excelencia, única en la región.
“La residencia es nuestro motor formativo. Buscamos profesionales técnicamente sobresalientes, pero también personas con verdadera vocación de servicio”, destaca Guillermo Molinari, Secretario de Recursos Humanos de Adaarc.
Cada año se postulan más de 100 médicos recién recibidos para formar parte del sistema de residencia. Solo 10 ingresan tras un riguroso proceso de selección.“No se trata solo de elegir a los más capacitados técnicamente. Evaluamos el perfil humano, el compromiso y la capacidad de adaptación al trabajo en equipo”, agrega Molinari.

Un simulador de alta fidelidad: una herramienta pedagógica clave
Durante los años de residencia, los médicos realizan rotaciones hospitalarias, clases teóricas, presentaciones de casos clínicos y trabajos científicos. Pero uno de los elementos diferenciales del programa es el uso de simuladores de alta fidelidad. “Contar con esta tecnología nos permite preparar a los residentes para situaciones reales complejas en un entorno seguro. Esto mejora la toma de decisiones, reduce errores y eleva el nivel de atención”, explica Molinari.
Estos simuladores, únicos en Córdoba, recrean con gran realismo escenarios clínicos críticos que fortalecen la preparación previa a la intervención en quirófano.
Un enfoque integral que resalta la formación técnica como humanista
Adaarc no solo se enfoca en la excelencia técnica, sino también en el desarrollo de habilidades interpersonales como la empatía, y pensamiento crítico. Los residentes participan de congresos, talleres y debates interdisciplinarios. “Formamos profesionales completos, con sensibilidad humana y conciencia del rol que ocupan en el sistema de salud. La técnica sin ética no alcanza”, subraya Molinari.
A su vez la asociación acompaña a sus asociados con un Gabinete de Bienestar Profesional, un espacio dedicado al acompañamiento de los anestesiólogos, cuyo objetivo es cuidar la salud mental de los profesionales, ofrecer soporte en situaciones de estrés, conflictos laborales o personales, y promover un entorno laboral saludable que favorezca el mejor desempeño médico.
“La anestesiología es una especialidad de alta exigencia emocional. Sabemos que cuidar a quienes cuidan es esencial. Por eso generamos un espacio confidencial y accesible donde cada asociado pueda encontrar contención y herramientas para atravesar momentos difíciles”, explica Guillermo Molinari.
Compromiso social: capacitaciones para la comunidad
Más allá del ámbito académico, Adaarc lleva adelante una activa agenda de responsabilidad social. Con campañas de concientización y talleres gratuitos de RCP y primeros auxilios, la institución busca empoderar a la comunidad ante emergencias.
“Capacitamos a docentes, fuerzas de seguridad, personal no médico y vecinos, porque creemos que todos podemos ser un eslabón vital en una cadena de supervivencia”, remarca el secretario de Recursos humanos.

Inversión en infraestructura y servicios
Adaarc también brinda servicios de asesoramiento técnico y cobertura de guardias médicas, mientras continúa ampliando su infraestructura. Su Centro de Simulación y espacio de capacitación son ejemplos concretos de cómo la inversión en tecnología impacta directamente en la calidad del sistema de salud. “Cada paso que damos en infraestructura o equipamiento es una apuesta a futuro. Buscamos que cada anestesiólogo formado aquí tenga las mejores herramientas desde el primer día”, concluye Guillermo Molinari.
En un contexto sanitario cada vez más complejo, Adaarc reafirma su misión: formar anestesiólogos comprometidos, técnicamente preparados y con una visión integral del paciente y del sistema.
Cada profesional formado lleva consigo no solo conocimientos de vanguardia, sino también un profundo sentido ético y social que transforma positivamente la realidad hospitalaria de Córdoba.