En los últimos años, el avance de la tecnología ha transformado profundamente el campo de la medicina a nivel mundial a través de herramientas que potencian y mejoran tanto el diagnóstico como el tratamiento de múltiples enfermedades. Sin embargo, en la Clínica Universitaria Reina Fabiola (CURF) dieron un paso más allá al aplicar la tecnología en el ámbito de la salud con una perspectiva revolucionaria: la atención centrada en la persona.
Para hacerlo posible, incorporaron al área de Internación Pediátrica dos propuestas diseñadas para hacer más placentera la experiencia de aquellos pacientes más pequeños que deban someterse a una intervención quirúrgica y/o transitar una internación en la institución.
Tecnología con propósito
Una de estas novedades es un auto eléctrico pediátrico, especialmente pensado para convertir un momento que podría ser estresante para el paciente en una aventura lúdica y emocionante: el camino al quirófano. Esta incorporación permite que niños de entre 2 y 5 años se trasladen hasta el área quirúrgica de forma divertida, amigable y relajada, transformando radicalmente la percepción de este proceso.
Los profesionales de la CURF destacaron que los beneficios de esta iniciativa van más allá del aspecto recreativo: “Reduce la ansiedad preoperatoria, disminuye el estrés de los pacientes y sus familias, y favorece la cooperación infantil durante los procedimientos médicos”. Según los profesionales, esta vivencia positiva no solo impacta en el estado emocional del paciente, sino que también influye favorablemente en su proceso de recuperación.

La segunda incorporación representa una innovación en el campo de la terapia asistida por tecnología: un perro robot interactivo que cumple múltiples funciones terapéuticas durante el período de internación. Este compañero artificial actúa como elemento de distracción y contención emocional, creando un ambiente que favorece la recuperación de los pequeños pacientes. “Su presencia ayuda a que el período de internación sea más ameno, creando un ambiente que favorece la salud emocional, potencia el bienestar y, consecuentemente, el proceso de sanación”, informaron desde la clínica.

Compromiso con la excelencia integral
Para garantizar la efectividad de estas herramientas, la CURF destinó parte de su equipo al acompañamiento y operación exclusiva de estos dispositivos. El personal recibió entrenamiento específico para facilitar la interacción entre los pacientes y las nuevas tecnologías, encargándose de que cada experiencia sea segura y positiva.
Estas incorporaciones refuerzan el compromiso de la institución con el cuidado integral de los pacientes y sus familias, generando un entorno más cálido y humano en cada etapa de la atención médica. Tal como indican desde la institución, “Esta iniciativa se enmarca en nuestro lema (“el lado humano de la medicina”), por lo que cada detalle cuenta en el camino de la recuperación. Por ello, la integración creativa de la tecnología busca construir un espacio donde la medicina se combina con el cuidado emocional, fortaleciendo la conexión humana y ofreciendo una experiencia hospitalaria más positiva a quienes nos eligen”.
