La Inteligencia Artificial (IA) es una de las grandes oportunidades que tendrá la Ingeniería Civil para transformarse, ya que permite la integración de tecnologías que revolucionan en la actualidad las prácticas de construcción tradicionales. La IA será tan útil como los datos que se usen para entrenarla, lo que pone en valor la importancia del factor humano y profesional en su uso. Es decir, a mayor fiabilidad de alimentación que proporcione el profesional, mejores resultados. Esto ayudará (entre otros aspectos) a mejorar la eficiencia de los proyectos y la gestión de obras civiles.
Las ventajas son muchas y nuestro desafío es incorporar estas tecnologías que llegaron para quedarse. La IA integra sistemas tecnológicos capaces de aprender y realizar tareas dificultosas. Utiliza diversas técnicas (machine learning, deep learning, redes neuronales, algoritmos genéticos, sistemas expertos) que permiten abordar desafíos complejos simulando escenarios múltiples, optimizar el diseño y desarrollar soluciones innovadoras.
En la Ingeniería Civil, la IA generativa (basada en modelos avanzados de aprendizaje como las redes neuronales generativas) es de aplicación indiscutida, ya que permite automatizar procesos, reduciendo costos en términos de tiempo y recursos; mejorar a calidad de las decisiones, basándose en simulaciones de escenarios alternativos generadas por datos reales; crear diseños sostenibles, eficientizando el uso de materiales; y monitorear los frente de obra en tiempo real, integrando estos datos con modelos BIM. Los ingenieros civiles que posean manejo de las herramientas basadas en IA estarán mejor preparados para gestionar proyectos complejos modernos y ofrecer soluciones innovadoras, creando un entorno más seguro, al reducir la incidencia del error humano.
Por lo tanto, en el futuro cercano, la IA no reemplazará a nuestros profesionales, sino que aquellos ingenieros civiles con dominio de la IA sustituirán a los menos capacitados.



























