Cada 1° de julio, en nuestro país celebramos el Día del Arquitecto y la Arquitecta. No se trata sólo de una efeméride, sino que también es una oportunidad para reconocer una vocación profundamente arraigada en la capacidad de imaginar lo que aún no existe y darle forma.
Hoy, ser arquitecto implica ejercer una profesión que se renueva con cada proyecto y que se reinventa frente a los desafíos del presente: la crisis habitacional, el cambio climático, la desigualdad urbana y la necesidad de construir ciudades más humanas. Es diseñar con conciencia, con compromiso y con una mirada que trasciende lo estético para abrazar lo social.
Quienes elegimos este camino sabemos que no sólo se trata de levantar paredes, también es crear espacios donde transcurre la vida, donde alguien se siente en casa, donde una comunidad se encuentra y donde la historia se conserva y el futuro se proyecta.
Nuestro compromiso nace de una pasión que imagina y que transforma. Es una tarea que se fortalece en las dificultades cotidianas y en la amenaza constante de desvalorización de nuestro trabajo. También en las trabas burocráticas y en las desigualdades que son parte de una realidad que tenemos que seguir cambiando.
Nuestro compromiso es claro: trabajar para pelear por condiciones dignas para el ejercicio profesional. Impulsar políticas que generen continuidad laboral, que pongan en valor nuestra tarea en cada rincón de la provincia y que promuevan la actualización tecnológica, la especialización y la articulación con los nuevos paradigmas de la profesión.
Desde el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba abrazamos ese espíritu y trabajamos cada día para sostener una profesión viva, comprometida con su tiempo y con su gente.
Queremos sostener en alto el orgullo de todas las arquitectas y los arquitectos de la provincia, tanto a aquellos que ejercen desde un estudio, en una obra, en la docencia o en la gestión pública, como quienes trabajan en el mundo del diseño o en los espacios más invisibles, pero igual de esenciales. Todas esas formas de ejercer nos definen como colectivo.
Sigamos diseñando un mundo más justo y proyectando con pasión, sensibilidad y compromiso.