El estilo nórdico es una propuesta decorativa que ha ganado protagonismo en numerosos hogares durante los últimos años. Su esencia se basa en crear ambientes cálidos y confortables, donde nunca faltan una manta suave, una iluminación tenue, un asiento cómodo o un accesorio en tonos tranquilos.
Sin embargo, no todo lo que vemos es lo mismo. Este concepto varía según su país de origen. Edisur te explica las diferencias entre las versiones sueca, holandesa y finlandesa, las tres más populares en el interiorismo.
Estilo nórdico sueco
El estilo escandinavo más tradicional nace en Suecia, durante el reinado de Gustavo III en el siglo XVII. Tras una fuerte crisis económica, los hogares comenzaron a dejar atrás los excesos decorativos y a preferir espacios más minimalistas y luminosos.
El diseño se caracteriza por su simplicidad, líneas limpias y funcionalidad. Las casas suelen tener espacios amplios con colores claros, predominando los tonos blancos, grises y madera clara. La luz natural es esencial y los interiores están diseñados para aprovecharla al máximo.
Se enfoca en muebles simples, con un diseño moderno pero acogedor. Son funcionales y muy elegantes, con materiales como madera, metal y vidrio. A menudo se incorporan textiles suaves como lana, lino y algodón para dar calidez a los espacios, especialmente en alfombras, almohadones y cortinas.
El estilo sueco responde a la idea de que un buen diseño debe mejorar la vida cotidiana y se centra en la creación de espacios que no solo sean estéticamente agradables, sino también funcionales y cómodos.
Estilo nórdico holandés
Los espacios holandeses se destacan por su amor a la luz y por una paleta cromática equilibrada. Este estilo se define por una decoración funcional y ordenada, que combina sencillez, toques vintage y una elegancia discreta con aire palaciego.

A diferencia del sueco, se utilizan tonos marrones, grises difuminados, negros, verdes y naranjas apagados, siempre sobre paredes blancas que reflejan la luz natural. La atmósfera debe ser relajante, con cortinas que tamicen la iluminación sin bloquearla por completo.
Las lámparas son protagonistas: pueden presentarse en conjunto o en una sola pieza grande que aporte carácter al ambiente.
Aunque el diseño holandés es funcional, a menudo se enfoca en la innovación, la experimentación y la creación de piezas únicas, ya sea en la arquitectura, los muebles o los objetos decorativos.
Estilo nórdico finlandés
Por último, el estilo finlandés pone el foco principalmente en la conexión con la naturaleza. Se trata de una estética más rústica, inspirada en los paisajes del norte, que incorpora motivos animales, flores simplificadas y materiales orgánicos.
Al igual que los otros diseños escandinavos, es minimalista y funcional. Sin embargo, tiene una conexión particular con la tradición artesanal y un amor por los detalles sencillos pero bien elaborados.
En Finlandia, la estética también refleja la importancia de crear un ambiente acogedor y cálido, sobre todo debido al clima frío. Se ve en el uso de textiles naturales, madera y una paleta de colores cálidos, a menudo combinados con luces suaves para crear espacios acogedores, ideales para el invierno largo y oscuro.

Si estás pensando en adoptar la decoración escandinava, ahora sabés que existen distintas variantes y qué distingue a cada una. ¡Elegí la que mejor se adapte a tu estilo!
#DatoEdisur: Las paredes de textura acanalada son protagonistas este año.

























