El ronquido es un problema más común de lo que se piensa, pero lejos de ser simplemente una molestia para quienes lo escuchan, puede ser la primera señal de una condición de salud más seria, como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS). Aunque muchas personas desconocen que sufren de apnea, son sus parejas las que suelen alertar sobre el problema, lo que lleva a una consulta médica clave para identificarlo.
“El ronquido se genera por el paso de aire a través de tejidos relajados en la garganta, por lo que factores como un paladar blando grueso, amígdalas grandes o un tabique desviado pueden estrechar las vías respiratorias” explica la doctora Dalma Álvarez, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende. Y añade: “Además, el sobrepeso, la congestión nasal crónica y el consumo de alcohol aumentan la frecuencia y el volumen de los ronquidos”.
¿Cuándo debe preocuparnos el ronquido?
No todas las personas que roncan tienen apnea, pero si el ronquido se acompaña de síntomas como pausas en la respiración, somnolencia excesiva, dolores de cabeza por la mañana o presión arterial alta, es momento de acudir al médico. Entre el 3,5% de la población ha sido diagnosticada y tratada por apnea obstructiva del sueño, una cifra que es baja comparada con la cantidad real de personas que podrían padecerla: 1 de cada 5.
“El SAOS no solo afecta la calidad del sueño, sino que está relacionado con problemas cardiovasculares, cognitivos y un mayor riesgo de accidentes debido al cansancio excesivo” comenta la doctora Alvarez.
Durante el sueño, los músculos de la garganta se relajan en exceso, bloqueando las vías respiratorias y provocando episodios repetidos de interrupciones en la respiración”.
Doctora Dalma Álvarez, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende.
Para diagnosticar esta condición, los estudios del sueño son una herramienta clave. Dependiendo de la gravedad, estos estudios pueden realizarse en el hogar, lo que permite obtener resultados más precisos en un ambiente familiar.
A su vez, el diagnóstico topográfico de la vía aérea, realizado mientras el paciente está despierto y dormido, es fundamental para identificar el comportamiento de las vías respiratorias y evaluar si una cirugía es necesaria.
Opciones de Tratamiento para la Apnea del Sueño
● Dispositivos de presión positiva continua (CPAP):
○ Método más confiable para casos graves de apnea del sueño.
○ Algunos pacientes pueden tener dificultades para adaptarse a la sensación o al ruido del dispositivo.
● Dispositivos bucales:
○ El Dispositivo de Avance Mandibular es una alternativa que ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas.
○ Ideal para pacientes que no se adaptan bien al CPAP.
● Intervenciones quirúrgicas:
○ Opción para corregir obstrucciones en la vía aérea que contribuyen a los ronquidos y la apnea del sueño.
Medidas Adicionales para Mejorar el Tratamiento:
● Pérdida de peso: Disminuye la acumulación de grasa en el cuello y base de la lengua.
● Evitar el alcohol antes de dormir: El alcohol relaja los músculos de la garganta y agrava el ronquido.
● Tratar la congestión nasal: Mantener las vías respiratorias despejadas es clave para mejorar la respiración nocturna.
● Cambios en los hábitos de sueño: Dormir de lado y evitar la falta de sueño pueden reducir la severidad del ronquido y la apnea.
“Es fundamental que los pacientes comprendan la importancia de un diagnóstico temprano, ya que esto permite implementar las medidas adecuadas para evitar complicaciones graves a largo plazo” comparte la doctora Álvarez.
La clave del éxito en el tratamiento de la apnea del sueño está en la combinación de enfoques. Ninguna medida por sí sola suele ser suficiente, pero al personalizar el tratamiento según las características del paciente, los resultados pueden ser muy favorables”.
Doctora Dalma Álvarez, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende.
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