Un reciente estudio publicado en The Lancet Neurology destaca que entre 1990 y 2021, los casos de ACV aumentaron un 70% a nivel mundial, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte y discapacidad. Refiriéndose al aumento reportado en el estudio, el doctor Juan José Martin, coordinador de Neurología Vascular de la Unidad de ACV del Sanatorio Allende explica que “el crecimiento de los casos de ACV es alarmante y refleja la importancia de enfocar nuestros esfuerzos en la prevención primaria para reducir el riesgo de nuevos episodios y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Un ACV (accidente cerebrovascular) puede tener graves consecuencias dependiendo de varios factores, como la ubicación del vaso sanguíneo afectado y el tipo de ACV: isquémico o hemorrágico.
Un ACV isquémico, que es el más frecuente, ocurre cuando una arteria que transporta sangre al cerebro se obstruye, interrumpiendo el flujo de oxígeno y nutrientes a las áreas cerebrales afectadas. Por otro lado, un ACV hemorrágico ocurre cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, lo que impide que las zonas circundantes obtengan el oxígeno necesario.
Las secuelas varían según el área cerebral dañada, y los síntomas pueden incluir desde dificultad para hablar o mover partes del cuerpo, hasta pérdida de la conciencia o la capacidad de razonar. La identificación temprana es crucial, ya que el tiempo es un factor determinante en el tratamiento.
“Una vez que sucede un ACV, existe un alto riesgo de sufrir otro”, explica el doctor Martin, quien subraya la importancia de tratar las causas subyacentes como hipertensión arterial, diabetes, fibrilación auricular y dislipemia. Además, factores como el sobrepeso, la inactividad física y la contaminación del aire también juegan un papel clave en el incremento global de los casos.
Este estudio recalca la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de prevención, como el control de la presión arterial y el fomento de hábitos saludables, así como mejorar los servicios de rehabilitación y atención post-ACV.
¿Cómo sigue la vida luego de sufrir un ACV?
La vida después de un ACV puede ser un desafío, ya que los efectos de este evento pueden impactar significativamente la funcionalidad de una persona en los ámbitos personal, laboral y social. Según la Licenciada Lorena Orellano, Jefa del Servicio de Neurorehabilitación del Sanatorio Allende, “el tratamiento de cada paciente depende de diversas variables, pero existen consecuencias a nivel físico y cognitivo que pueden afectar la calidad de vida”.
Las manifestaciones clínicas incluyen problemas en la función motora, sensitiva, del lenguaje y otras capacidades, como la visión y la deglución. Es posible que se presente debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, disminución de la sensibilidad al tacto y al dolor, así como dificultades para expresar y comprender el lenguaje.
A nivel cognitivo, las personas pueden experimentar olvidos, ansiedad, inestabilidad emocional e incluso depresión. Se pueden presentar trastornos como:
● Afasia: Alteración en el lenguaje expresivo y/o comprensivo.
● Disartria: Dificultad en la organización y coordinación de los músculos necesarios para articular palabras.
● Apraxia: Dificultad para organizar movimientos aprendidos.
Durante los primeros meses tras un ACV, el cerebro tiene la capacidad de establecer nuevas conexiones y adaptarse a los cambios, un proceso conocido como neuroplasticidad. La rehabilitación temprana y el apoyo que recibe el paciente son fundamentales en este proceso de recuperación, influyendo en el pronóstico a corto, mediano y largo plazo.
Neurorehabilitación Fonoaudiológica
La neurorehabilitación fonoaudiológica se centra en abordar las dificultades comunicativas que pueden surgir tras un ACV. La Licenciada Analia Piva, especialista en fonoaudiología, señala: “El tratamiento se personaliza según las necesidades del paciente, enfocándose en la mejora de las habilidades comunicativas y la deglución”. Esta rehabilitación es crucial para ayudar a los pacientes a recuperar su autonomía y mejorar su calidad de vida, facilitando su reintegración social y laboral.
Neurorehabilitación Motora
Por su parte, la Licenciada Lorena Orellano también enfatiza la importancia de la neurorehabilitación motora: “La recuperación física es fundamental, ya que el movimiento y la fuerza son esenciales para la independencia diaria del paciente”. La terapia física adaptada ayuda a los pacientes a recuperar funciones motoras y a superar las limitaciones impuestas por el ACV.
Esto incluye ejercicios específicos para mejorar la movilidad, la fuerza y la coordinación, lo que contribuye a un proceso de rehabilitación integral.
El accidente cerebrovascular (ACV) se ha convertido en una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial, como lo demuestra el reciente estudio de The Lancet Neurology. La detección y tratamiento oportuno son cruciales, y aquí es donde radica la importancia de contar con Unidades Integrales de ACV en los centros de salud.
Estas unidades, como la Unidad de Stroke del Sanatorio Allende, están equipadas con tecnología avanzada y un equipo interdisciplinario especializado, que permite un diagnóstico y tratamiento rápido y efectivo. Además, su enfoque integral no solo aborda el ACV, sino también sus complicaciones y patologías asociadas, garantizando un acompañamiento continuo para pacientes y familias, fundamental para la recuperación y rehabilitación exitosa.
“Es imprescindible contar con estas unidades ya que, además del tratamiento inmediato, las mismas se centran en la prevención y rehabilitación a largo plazo, proporcionando educación a la comunidad sobre factores de riesgo, fomentando un estilo de vida saludable y brindando terapias de recuperación” concluye el doctor Martin. Por su parte, la Licenciada Orellano explica que, dentro de la institución “contamos con un centro especializado en neuro rehabilitación de pacientes con ACV, lo que nos permite iniciar en el mismo momento que el paciente se interna en la terapia intensiva, comenzar la neuro rehabilitación específica”.
Conocé la Unidad de Accidente Cerebrovascular del Sanatorio Allende a continuación:
