Promover cambios de hábitos sostenibles, ya sea en la alimentación, la actividad física o el manejo de consumos problemáticos, exige algo más que motivación individual: requiere acompañamiento profesional y comprensión integral del proceso. Con esta premisa, la Diplomatura en Cambio de Hábitos y Salud Integrativa de la Universidad Blas Pascal (UBP) propone una formación interdisciplinaria que une psicología, neurociencias y estrategias de bienestar sostenible.
Durante años, la educación sanitaria se centró en enseñar conductas saludables: comer mejor, moverse más o dormir bien. Sin embargo, los resultados demuestran que la información, por sí sola, no alcanza.
“Los modelos tradicionales suelen enfocarse en el síntoma o en la conducta a modificar, sin contemplar la complejidad de los procesos mentales, emocionales y relacionales que sostienen los hábitos”, explicó María Magdalena Navarro, médica especializada en Psiquiatría, magister en Psicoinmunoendocrinología, miembro de la Sociedad de Endocrinología y Metabolismo de Córdoba, y directora de la diplomatura de la UBP.
Según Navarro, este enfoque limitado conduce a intervenciones parciales o poco sostenibles en el tiempo. “Cambiar un hábito requiere comprender cómo las emociones, las creencias y los vínculos influyen en las decisiones cotidianas; el gran desafío actual es pasar de un modelo centrado en prescribir conductas a otro que integre la comprensión del funcionamiento del ser humano como un todo, a través de la comunicación entre el cerebro, el sistema inmune, las hormonas y las emociones”, dijo.
Desde esa mirada, la diplomatura de la UBP propone formar profesionales capaces de acompañar procesos de cambio profundos, sostenibles y basados en evidencia científica.
Hacia una práctica integral
El desafío no está solo en modificar hábitos, sino también en que los profesionales estén a la altura de guiar estos procesos. Hoy la práctica requiere especialistas que puedan articular conocimientos biológicos, psicológicos y sociales, y que intervengan desde una mirada realmente integradora.

La diplomatura brinda herramientas basadas en evidencia científica, para comprender cómo interactúan los sistemas del cuerpo y la mente en la construcción de la salud y del bienestar. “La articulación entre disciplinas permite mirar al ser humano como un sistema complejo y dinámico, donde cuerpo, mente, emociones y entorno están profundamente interconectados”, detalló Navarro.
Desde la medicina, la psicología, la nutrición y la actividad física, cada campo aporta una perspectiva complementaria. “Cuando estas miradas dialogan, se construye una visión más completa del proceso de salud y enfermedad”, indicó la especialista, al tiempo que agregó: “Esta integración no sólo amplía los recursos del profesional, sino que también le permite acompañar al paciente desde una visión más humana, respetando su singularidad y entendiendo que el cambio no ocurre en una sola dimensión, sino en todas a la vez”.
En un contexto donde las demandas de salud mental, estrés y enfermedades crónicas se multiplican, este tipo de formación se vuelve esencial. La UBP propone una actualización que combina ciencia con sensibilidad humana: comprender que el bienestar no se impone, sino que se cultiva.
Una práctica clínica integradora
La diplomatura combina clases teóricas con talleres y análisis de casos reales. Allí, la interdisciplinariedad deja de ser un concepto abstracto y se convierte en práctica concreta. Psicología, medicina, nutrición y otras disciplinas confluyen en un mismo espacio formativo para repensar la atención de la salud desde un enfoque humano, relacional y basado en la evidencia.
“El enfoque integrativo transforma la práctica clínica porque invita a una relación más horizontal, empática y colaborativa entre el profesional y la persona que consulta”, destacó Navarro.

Para la directora, este cambio de paradigma también impacta en la calidad del vínculo terapéutico: “Cuando el paciente se siente comprendido y partícipe del proceso, el cambio se vuelve posible y sostenible; el síntoma deja de verse como una falla a corregir y pasa a entenderse como un mensaje de un sistema en desequilibrio que busca restablecer su armonía”.
De esta manera, la Diplomatura en Cambio de Hábitos y Salud Integrativa se consolida como una propuesta pionera que responde a las nuevas necesidades de la práctica profesional: integrar conocimientos, acompañar procesos reales y promover el bienestar desde una visión científica y humana.
La propuesta está dirigida a profesionales de la salud (medicina, psicología, nutrición, enfermería, kinesiología, educación física, terapia ocupacional, entre otros), así como a estudiantes que se encuentren cursando el último año de dichas carreras. El programa busca brindar herramientas integradoras para la prevención, el tratamiento y la promoción de la salud, con un énfasis en la adopción y el sostenimiento de hábitos saludables.
Con inicio en mayo de 2026, modalidad online y una duración de seis meses, la Diplomatura en Cambio de Hábitos y Salud Integrativa convoca a profesionales de todo el país a formarse en un nuevo modo de acompañar la salud que combine ciencia, conciencia y humanidad.
Informes e inscripciones en www.ubp.edu.ar.

























