De inspiración africana, el glamping ha sabido cómo ganar adeptos alrededor del mundo, redefiniendo el concepto de vacaciones naturales. Y es que esta modalidad de hospedaje mezcla a la perfección el contacto con el paisaje de cualquier camping, pero con el glamour que sólo el mejor hotel brinda.
Córdoba no es la excepción ya que desde hace años, sus escenarios naturales son vividos por turistas que deciden dormir mirando las estrellas, mientras descansan en un sommier, y amanecer al lado de un arroyo antes de prepararse un café.
En Capilla del Monte, el complejo Dos Aguas Geo Glamping ofrece pasar días así, en domos con todas las comodidades, enclavados en el monte serrano. Georgina Cristini comenta que "quienes nos visitan se van súper contentos y con mucha paz. Sabemos que cuando llegan se asombran porque se imaginaban un camping, y no los domos tal como son, decorados con muebles de viajeros y eso les genera un impacto positivo; por eso creo que va en aumento esta modalidad".
Tan espléndida como esta experiencia es la que se disfruta en Traslasierra, en El Refugio de San Huberto, Nono, donde los turistas se sumergen en un cañaveral. "El aire que respirás es único. Es como si estuvieras durmiendo en la copa de los árboles o estuvieras en una casita del árbol, es otra sensación diferente a un hospedaje tradicional", cuenta Carolina Dellatorre.
Espíritus en busca de algo más
Si bien el público que apuesta por esta modalidad de hospedaje es variado, se puede decir que la gran mayoría son jóvenes. El promedio es de entre 25 y 50 años, destacándose las parejas y amigos de entre 25 y 35. Dellatorre explica que gran parte de ellos son aquellos que están cansados de lidiar con las carpas y la tormenta, pero son aventureros y curiosos, y no quieren una cabaña tradicional.
Algo similar es lo que dice Cristini, quien expresa: "Obviamente que es un segmento diferente de gente el que viene; el perfil al que apuntamos es un viajero más aventurero, aunque también hay muchas familias que vienen como si fueran de camping, pero con servicios. Los más aventureros vienen y suben al cerro Uritorco. Y los otros quieren vivir una experiencia de campamento porque quizás nunca fueron de camping, pero llenos de confort".
Vacaciones sustentables
El glamping va de la mano de las tendencias de turismo sostenible y ecofriendly. Es así que los materiales de las construcciones (tiendas, domos, etcétera) son sustentables y de bajo impacto ambiental, y aunque cuentan con todos los servicios, existe un eficiente uso de los recursos energéticos y naturales.
“Cuando se nos ocurrió esta alternativa queríamos que se interviniera el monte serrano lo menos posible, que tenga que ver con el cuidado del medio ambiente. Por eso a los domos los podemos montar y desmontar y el monte queda intacto”, sostiene Cristini, quien agrega también: “Viajar a veces produce un impacto negativo y esta modalidad no lo es tanto. Una vez que los turistas están acá captan eso y te puedo decir que vuelven porque les gustó lo que genera el contacto con la naturaleza”.
Por su parte, Dellatorre indica que los hospedajes están completamente equipados para la comodidad, pero que nunca se pierde el verdadero sentido del valor que tienen los escenarios naturales. “Por ejemplo, las piletas se llenan con el agua del arroyo, no le ponemos nada, es todo natural. Y cuando la sacamos, la devolvemos como riego, y como es pendiente vuelve al arroyo. Esas simples cosas son las que te atrapan de lugares como estos y por los que los que vienen solo por dos días, no quieren irse más”, comparte.
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