Este martes 24 de junio, en un gesto de profundo valor simbólico de preservación patrimonial y espiritual, el Gobierno de Córdoba, a través de la Agencia Córdoba Cultura, hizo entrega al Arzobispado de Córdoba de la escultura de San José. La imagen, realizada en mármol por el escultor O. Cabrielli Barsanti, será reubicada en la Parroquia San José del barrio Alto Alberdi, que este año celebra su 80° aniversario.

La obra, esculpida en mármol, fue parte de la antigua cárcel de mujeres y acompañó durante décadas la vida en el que fuera el primer patio del convento de las Hermanas del Buen Pastor. La imagen será ubicada en la parroquia San José, ubicada en calle Caseros 3035, en el tradicional barrio Alto Alberdi.

En la oportunidad el presidente de la Agencia, Raúl Sansica, manifestó que “este acto de entrega, en forma de restitución del Estado provincial, se inscribe en una política de puesta en valor y cuidado del patrimonio histórico y religioso de todos los cordobeses”.

Asimismo, el Cardenal Ángel Rossi agradeció el gesto de conceder este valor al pueblo: “San José fue un servidor humilde. Quiero agradecerles por las gestiones de esta entrega, en nombre de la Arquidiócesis de San José y de la parroquia, que a partir de hoy tendrá su patrono que los va a cuidar”.

El traslado coincide con un momento muy especial para esa comunidad: el templo cumple este año 80 años de vida, y la llegada de esta obra suma un gesto de reconocimiento al rol histórico de la parroquia y a su activa participación en la vida barrial y religiosa de la ciudad.
La escultura
La escultura —de 1,70 metros de altura, esculpida en un solo bloque de mármol, posiblemente de Carrara— representa a San José con esa serenidad firme que suelen tener los santos obreros. Su autor es O. Gabrielli Barsanti, escultor ítalo-argentino que formó parte de una generación de artistas litúrgicos destacados, y cuyas obras pueden verse en templos y colegios religiosos de todo el país. Su firma aparece discretamente al pie de la obra, como un susurro del tiempo que pasó, pero dejó huella.

La historia de esta escultura se entrelaza con la del propio edificio del Buen Pastor, hoy espacio cultural y turístico, pero que durante más de un siglo fue convento y correccional, bajo la custodia de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers. La escultura estaba emplazada donde hoy están ubicados los mástiles de las banderas, casi en el ingreso a la Galería de Artes, en las intersecciones de las calles San Lorenzo e Independencia.

Cabrielli Barsanti, el escultor, fue parte de una generación de artistas litúrgicos que dejó huellas en templos y colegios religiosos del país, trabajando junto a la Orfebrería Mahlknecht desde 1937. Sus obras pueden encontrarse, por ejemplo, en las capillas de Nuestra Señora de la Consolación en Buenos Aires, y en el ingreso del Colegio de las Hermanas de la Merced del Divino Rostro, en Ituzaingó.

La escultura de San José fue preservada durante la transformación del edificio y hasta hace unos días podía verse en la antigua sacristía del Paseo del Buen Pastor, emplazada en la capilla.

Un retorno simbólico
El destino final de esta escultura será ahora la Parroquia San José, en barrio Alto Alberdi. Allí, la obra se integrará al espacio litúrgico y a la vida parroquial de una comunidad profundamente arraigada.
En un entorno donde el pasado y el presente dialogan permanentemente, la escultura regresa al silencio devocional para el que fue concebida.