El arte lleva formando parte de nuestras vidas y de nuestros hogares durante siglos. Pueden cambiar las tendencias y las formas de ver el diseño y la arquitectura, pero las obras artísticas no son reemplazables.
Esto se debe a que no sólo cumplen un rol decorativo, sino también sensible: son representativas de nuestros sentimientos más profundos. Colgar una obra en una pared significa establecer un vínculo y elegir qué emoción nos va a acompañar cada día.
Por eso, Edisur te cuenta cómo decorar tus espacios con cuadros para darle sentido a la composición.
El poder de las emociones
El arte da alma al espacio. Integrar una obra en un muro es como introducir un nuevo personaje en una historia. No se trata de combinar, sino de convivir y de permitir que esa pieza dialogue con la arquitectura, con los materiales, con la luz y con quien habita el lugar.

Si se trata de una sola obra debe tener su peso específico y su proporción con el entorno. Si hablamos de varias piezas, hay que trazar una línea imaginaria y componer en torno a ella.
¿Cómo elegir el cuadro perfecto?
A la hora de comprar un cuadro, es clave pensar que el centro de la obra debe estar a la altura de la mirada humana, que normalmente ronda los 170 centímetros. Esa proporción genera armonía.
En cuanto a la paleta de colores, hay que asegurarse que los tonos combinen con el resto de la habitación. Lo mismo el estilo decorativo, que obviamente debe coincidir con el gusto personal y con la composición general.
También hay que considerar el tamaño de la pared y el mobiliario al elegir las dimensiones del cuadro, para que haya una buena proporción. No debe ser ni demasiado pequeño ni tan grande para el espacio, salvo que se le quiera dar todo el protagonismo. En este caso, también puede ayudar colocar una luz que ilumine y destaque la obra.
Antes de comprar, debemos definir un presupuesto, ya que los precios pueden variar mucho. También es importante investigar sobre la calidad de los materiales y la técnica utilizada en la obra, para así saber cuáles son las tareas correctas de mantenimiento y conservación.
¿Cómo colgar un cuadro?
Para colgar un cuadro, necesitarás un lápiz (para marcar la ubicación), un nivel (para asegurarte de que quede bien derecho), una cinta métrica (para calcular la altura) y el elemento que vayas a usar para sostenerlo.

Se pueden usar clavos o tornillos con fisher, que son el método tradicional e ideales para piezas pesadas o medianas; adhesivos o ganchos de montaje, que son perfectos para opciones livianas y paredes donde no se desea hacer agujeros; o guías y rieles, que es el más utilizado en galerías de arte porque permite colgar varios cuadros y ajustar su altura sin dañar la pared.
Los errores más comunes que debes evitar
Uno de los errores más comunes es tratar una obra como un simple elemento decorativo. A veces se llenan las paredes sin criterio, como si tener arte en casa fuera una cuestión de cantidad. Y lo que se consigue es justo lo contrario: el espacio se desdibuja y la fuerza de cada pieza se diluye.
Un cuadro necesita aire, su propio espacio y su silencio para expresarse. No es cuestión de colgar por colgar, sino de sentir qué transmite. Y si no te mueve nada por dentro, quizá no es la obra que debe estar contigo.
#DatoEdisur: Las paredes de textura acanalada son protagonistas este año.