El concepto de “tiny house” hace referencia a casas pequeñas, con bajo impacto ambiental y que requieren una inversión menor que una construcción tradicional pero, al mismo tiempo, ofrecen buen diseño y terminaciones de calidad. En Argentina y a nivel regional se trata de una nueva tendencia, pero en rigor está bastante extendida en Estados Unidos y en otros países desarrollados.
A fines de abril pasado se lanzó en Córdoba Pod, una marca de viviendas y oficinas en módulos. La marca Pod surge de la sigla que corresponde a “portable on demand”, también denominado construcción “off site”, ya que el 90% se produce en la planta en un plazo de hasta 120 días desde que se concreta la compra. Una vez fabricada, se traslada en camión hasta el lugar donde el propietario tiene el terreno y donde ha realizado la platea con la conexión a los servicios (obra que está a cargo del cliente, en el caso de los particulares).
“La empresa Emat (sigla que se refiere a eficiencia en materiales) nació con la misión de revolucionar la construcción a través de soluciones sostenibles, eficientes y con alto impacto ambiental y social positivo. Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad y la innovación colaborativa, Emat forma parte de Nexia Hub, un espacio de articulación entre empresas del sector construcción que comparten una misma visión: desarrollar soluciones habitacionales eficientes, personalizadas y con bajo impacto ambiental. Dentro de ese ecosistema nació Pod a mediados de 2024, una iniciativa centrada en el diseño y fabricación de viviendas modulares transportables, que incorpora en sus sistemas constructivos materiales innovadores como la fibra de celulosa reciclada”, explicó Andrés Brandán, director comercial de Pod.
Pod desarrolla viviendas modulares transportables, pensadas bajo el paradigma de la construcción off site: sistemas habitacionales eficientes, sostenibles y de rápida ejecución, diseñados para brindar soluciones funcionales y confortables en un formato compacto y versátil.
Los modelos habitacionales combinan diseño inteligente, eficiencia energética y una ejecución simplificada. Cada unidad se fabrica en un entorno industrializado y controlado, lo que garantiza calidad, precisión y reducción de tiempos de obra.
Una vez finalizado el proceso de producción, el módulo se traslada al destino final, donde se completan las etapas de instalación y terminaciones mínimas.
Los módulos tienen entre 27 y 55 metros cuadrados (m2) y se adaptan a distintos usos: vivienda permanente o temporal, oficina, quincho, loft o espacio de trabajo. La propuesta incluye opciones con uno o dos dormitorios, baño completo, cocina-comedor integrada, balcones con deck exterior, e incluso unidades equipadas con kit asador.
“Nuestra línea de productos ofrece soluciones habitacionales modernas, con fuerte foco en la sustentabilidad, la eficiencia energética y la adaptabilidad a distintos contextos geográficos y sociales”, destacó Brandán.
Variedad y versatilidad
Pod cuenta con una línea versátil de modelos modulares, diseñados para adaptarse a múltiples usos habitacionales, laborales y recreativos. Cada módulo puede instalarse de forma independiente o combinarse para generar mayores superficies.
Hay siete modelos disponibles: Pod Esencial (planta libre), Pod Esencial Flex (quincho), Pod Esencial Extra (oficina), Pod Origen (vivienda residencial), Pod Origen Flex (loft residencial), Pod Evolución (vivienda residencial con dos dormitorios con baños en suite) y Pod Evolución Flex (vivienda residencial desfasada de dos dormitorios con baños en suite con terminaciones premium).
“Todos nuestros modelos priorizan el confort, la eficiencia energética y la rapidez constructiva, ofreciendo soluciones habitacionales sustentables, trasladables y de alta calidad”, apuntó Brandán.
Valor agregado
“Cuando nació este negocio, la propuesta y el valor que el mercado fue reconociendo se centraron en ofrecer construcción modular de calidad. Esto significa exactamente lo opuesto a un contenedor adaptado o a una construcción en seco de línea económica: hablamos de arquitectura bien resuelta, con diseño, terminaciones y materiales pensados para durar”, enumeró Pedro Romero Malevini, co-founder de AFT.
AFT Refugios surgió de la visión de cuatro socios que combinan experiencia en arquitectura, desarrollo de negocios y gestión de proyectos. “La meta siempre fue clara: llevar el concepto de arquitectura modular a un estándar premium, con soluciones llave en mano que respondan a un cliente exigente, práctico y moderno. Alguien que valora su tiempo, evita los trastornos de la obra tradicional y quiere resultados iguales o mejores que en la construcción convencional”, remarcó Pedro.
En estos años, la empresa desarrolló tres líneas principales: Pampa (enfocada en optimizar logística y tiempos de entrega), Atlántico (que combina materiales premium y amplitud en distintos tamaños) y Patagónico (diseñada para climas extremos con estructura reforzada).
Coyuntura e impacto en precios
En cuanto a precios, la construcción modular de calidad suele ubicarse entre un 20% y un 35% por encima de la construcción tradicional en seco de calidades similares. Esa diferencia es lógica: es el costo de acceder a una solución llave en mano, sin la carga de gestionar una obra.
“Durante la transición del gobierno de Javier Milei, ese diferencial se descontroló por el fuerte impacto del hierro, y lo sentimos en las ventas. Con el tiempo, el mercado acomodó esa brecha y logramos estabilizar un precio base de U$S 1.350/m². Hoy, aunque el segundo semestre presiona para que ese valor suba, nuestra decisión es sostenerlo, incluso resignando parte de la rentabilidad. La estrategia es clara: reemplazar margen con volumen. En un contexto donde los costos suben y la rentabilidad baja, creemos que la única forma de sostener competitividad es ganar mercado y escala. Esa convicción se traduce en diseño, calidad y compromiso, apostando a largo plazo por un segmento que valora más que una casa: una experiencia de habitar”, concluyó Romero Malevini.
