Las galerías y espacios abiertos de una vivienda se pueden reconfigurar de tal manera que las reuniones sociales sigan su curso más allá de un pronóstico de lluvia, vientos o bajas temperaturas.
La clave está en definir el objetivo del cliente para elegir el sistema adecuado de cerramiento. Vale agregar que en el mercado actual hay diferentes alternativas y todas ofrecen prestaciones de alta calidad; por eso, sin ánimo de redundar, definir el “para qué” es clave.
En este sentido, el gerente de Marketing de Modernia, Mariano Fachel Dias, señaló: “En una galería podés optar por varios tipos de cerramientos según el uso que quieras darle al espacio. Lo más común son aberturas de aluminio, que pueden ser corredizas, plegables, puertas rebatibles o paños fijos”.

En esta línea, la directora ejecutiva (CEO) de Crystalcord, Estefanis Micelli, destacó: “Ofrecemos tres sistemas de cerramientos, el Plegakit constituido por paños de vidrio templado (10 mm) o laminado (5+5) que se pliegan en un extremo y se deslizan por los rieles sin tener ruedas, lo que es un beneficio, ya que no se traban y no requieren mantenimiento. Por otro lado, el sistema deslizante con zócalo (en la parte inferior y posterior del paño) y el riel pegado sin zócalo”.
Más opciones
En este abanico de alternativas, la lona es otro material por excelencia que se emplea en los cerramientos de espacios abiertos.
Al respecto, la titular de Lonera Vega, Micaela Vega, remarcó: “Los cerramientos de PVC y PVC cristal son económicos y tienen la virtud de ampliar las posibilidades de uso de la galería en invierno y en verano, sin obstruir el espacio ni las visuales”.

La ductilidad del PVC permite varias configuraciones para aislar los espacios del frío y/o del calor. “En una galería se pueden realizar tres tipos de cerramientos: uno fijo, otro con ojales y otro de recogida vertical con roller”, explicó el gerente de Compras de Cerroplast, Rafael Pesci.

Materiales
Los cerramientos en general se desarrollan de manera personalizada. En el caso de Modernia se utiliza aluminio, vidrio simple o doble vidriado hermético que favorece a la aislación térmica y acústica.
“También podemos combinar con revestimientos tipo WPC (símil madera) u otros detalles decorativos”, agregó Mariano Fachel Dias, representante de la firma.
En relación a los tonos preferidos, “el color de la perfilería es blanco, negro y anodizado, y estamos trabajando para que se pueda ofrecer también en tonalidades de madera”, agregó Micelli, de Crystalcord.
“En el rubro de las lonas, además de las de PVC y PVC cristal se emplea la lona vinílica, el blackout y la media sombra con protección UV”, apuntó Rafael Pesci.
En este rubro marca tendencia el PVC cristal, según Lonera Vega.

Manos a la obra
Una vez definido el cerramiento, el paso siguiente es planificar la instalación y confección. Hay algunos detalles a tener en cuenta para que el cerramiento funcione de manera efectiva.
En el caso de los cerramientos de PVC se evalúa si el espacio es adecuado. “Buscamos siempre ofrecer soluciones, por eso hay que considerar que el lugar sea apto estructuralmente, para que funcione y no haya inconvenientes”, recalcó Vega.
Otro dato importante a tener en cuenta: “La medida que importa es la de la luz interna, es decir, la cara interna de la abertura. La confección implica unos 10 días, tenemos un servicio el paño listo en 72 horas”, explicó Pesci, de Cerroplast.

No obstante, hay otras consideraciones que se analizan, tales como las que enunció Mariano Fachel Dias de Modernia: “También evaluamos la orientación solar, la exposición al viento y la lluvia y el estilo de la vivienda. Siempre buscamos una solución que sea funcional, estética y duradera”.
Valores de mercado
Los sistemas que incluyen estructuras vidriadas y perfilería rondan $ 3,5 millones y $ 5,2 millones en adelante (sin mano de obra). Todo depende de los metros que se deben cubrir y el sistema que se instale. En cambio, en los cerramientos de PVC y materiales similares el costo aproximado por metro lineal es de 100 mil pesos a 300 mil pesos.