El desarrollo de videojuegos deportivos transita su mejor momento histórico: haciendo flashear a gamers entre el realismo y el más puro y duro entretenimiento. Nunca fue más lindo ser gamer porque nunca hubo tanta tecnología para hacer realidad las fantasías: tener todo y de todo al alcance de un joystick.
Si bien en el mercado argentino se impone el Fifa 23 por la pasión y locura que despierta el fútbol, hay más. Y variado. Y lindo.
En básquet, el NBA 2K23. En golf, PGA tour 2K23 y el PGA Tour de EA. En automovilismo, está la franquicia anual de Fórmula 1, también la WRC o Dirt Rally. En motociclismo, el Moto GP.
Hay de hockey sobre hielo con NHL. También de fútbol americano con Madden. Y de Artes Marciales Mixtas con UFC. O el MLB The Show de béisbol. En tenis, la oferta está configurada con Matchpoint, AO Tennis y Tennis World Tour.
Y hasta es posible disfrutar del Tour de France con el game que lleva el mismo nombre. Hay más opciones con Rugby, Handball y hasta cricket.
¿Hay más de fútbol? Sí, el eFootball, disponible gratis; y el Football Manager (centrado en la gestión de instituciones).
En todos los caso, el estándar de contenido pasa por estos ejes.
Competencias offline. Eso de elegir equipos y jugar con “la máquina”, la IA. Desde un partido casual hasta un torneo o campeonato. Lo que en Fifa es jugar un partido de Champions o de la Liga Argentina.
Competencia online. De lo más simple, como elegir un equipo y competir contra otro gamer. A algo más complejo, como esta en certámenes online.
El sistema de figuritas. Los grandes títulos, como FIFA y NBA o Madden o MLB, tienen el sistema de armar equipos propios con jugadores a los que se accede comprando “paquetes”, como sucede en el aclamado Fifa Ultimate Team.
Ser un jugador. También en estos títulos es posible crear un jugador (de básquet o de fútbol) y afrontar con ese jugador competencias individuales y de equipo. Tanto offline como online. En este apartado se lucen las profundísimas personalizaciones que tienen los juegos. Se puede escanear hasta el propio rostro del gamer o usar cientos de plantillas con estilos de caras, de cuerpo. Además de indumentaria, gestos y movimientos.
Lo histórico. En la mayoría de los juegos es posible seleccionar a deportistas icónicos. Como a Michael Jordan en básquet. O tener a Pelé en Fifa. O correr con pilotos clásicos de la F1. Es que ese costado melancólico siempre ha estado en la esencia de lo deportivo. Y la tecnología lo hizo posible. Jugar con Jordan se siente como jugar con Jordan. Sus movimientos son increíblemente reales.
Lo real. Lo marcado en el párrafo anterior es el mayor encanto de los videojuegos deportivos de hoy. Su realismo. Los partidos de básquet en NBA 2K parecen una transmisión de TV. Lo mismo se vivencia en FIFA con animaciones especiales. Se siente todo intenso en un juego de autos con el control de monoplaza de F1 o las máquinas del rally, que regalan un sistema de vibración de joystick que hace crujir las manos. Los juegos ya no sólo se ven bien si no que también se sienten bien en mandos de consolas de nueva generación, como la Playstation 5 y Xbox Series X. En este apartado de lo real trabajando las actualizaciones de niveles. Un sistema por el cual, el nivel en la vida real del jugador se empareja al nivel del jugador virtual. El sistema se construye a través de rating, algo así como un grupo de variables que le dan un puntaje. Según tantas habilidades, el jugador llega a un rating. Y un jugador de rating 83, como Messi, puede ser (en el sentido gamer) en el mundo virtual el Messi de la vida real.
En el canal de videojuegos de La Voz están disponibles las reviews de algunos de estos videojuegos deportivos, aunque en esta nota se elogiará a uno por sobre el resto: el NBA 2K23.
Este título es mejor en todos los modos de base de los juegos deportivos y va más allá en varios de esos elementos. Por ejemplo, en permitir que se protagonicen momentos históricos como los de la carrera de Michael Jordan y en las condiciones de tiempo en las que se dio. Tiene un apartado en el que hay que jugar la final del básquet universitario en la que Jordan marcó la canasta definitiva. Claro que esa jugabilidad no es guiada y lo que se le permite al gamer es experimentar ese escenario ochentoso de Jordan, con condiciones de juego de esa época. O sea, un básquet más lento, sin la línea de tres, con jugadas colectivas más trabajadas y hasta con la visual de TV de ese momento.
Un juego como The show de béisbol tomó esta variable y la aplicó en su última entrega con la representación de The Negro Leagues y permite jugar con protagonistas de esas ligas en circunstancias puntuales de ese momento.
Sería algo así como que el Fifa permitiera jugar el Mundial México ‘86 con la selección argentina de Diego Armando Maradona en las condiciones de aquellos días.
NBA 2K tiene a diferencia de los otros juegos un factor central que es lo estrictamente jugable. Elevó el nivel de lo inmanejable. Hubo un tiempo que para un título deportivo había una manera de jugar que garantizaba el éxito. Haciendo una jugada se lograba un resultado. Acá, en NBA 2K23 cada acción es totalmente aleatoria.
Cada penetración puede terminar de miles de maneras debido al manejo del control, con los sticks de los joysticks, que van determinando la intensidad del ataque, del forcejeo y hasta del choque de los cuerpos. Todo lo que antes parecía robotizado hoy está más humanizado que nunca. Y se vive.
Y la otra gran variable que aplicó NBA 2K es el género mundo abierto en título deportivo. Cuando se crea un jugador, un personaje dentro del juego, ese jugador transita su vida dentro de una ciudad en la que puede ir patineta, vestirse, cortarse el pelo, practicar en una cancha callejera, meterse en partidos de básquet callejero, encontrarse con otros gamers para formar un equipo de cinco.
Ese formato de mundo abierto llegó para quedarse y para expandirse y se habla de que títulos como el nuevo EA Sports FC (que reemplazará al Fifa) podrían imitar ese género para, a la vez, desplegar el negocio de patrocinio dentro de ese universo. Como pasa en NBA 2K, el jugador creado luce indumentaria de marcas reales.
Todos estos videojuegos están disponibles en Playstation, Xbox y PC.
