Si hay algo que nadie puede negarle a Jake Paul es su gran capacidad para siempre mantenerse en “boca de todos”. Primero como youtuber y luego como boxeador, Paul, de 28 años, supo crear un perfil público de alto impacto y generar expectativas y revuelo en cada uno de los eventos que protagonizó, aunque a veces con la misma cantidad de detractores que de partidarios.
Así, fiel a su estilo (polémico, excéntrico, controversial), el estadounidense tomó a fines de este 2025 una de las decisiones más llamativas y arriesgadas de su carrera boxística: luego de que se anunciara la cancelación de su combate con Gervonta Davis, previsto originalmente para este 14 de diciembre (fue dado de baja por una denuncia de violencia de género en contra de “Tank” Davis), Paul decidió retar Anthony Joshua, dos veces campeón unificado de peso pesado.
De esta manera, y tras la confirmación de Joshua, el combate quedó pactado para el próximo viernes 19 de diciembre en el estadio Kaseya Center de Miami, Florida (EE.UU.), y se podrá ver en vivo a través de la plataforma de streaming Netflix.

Qué significa esta pelea para Paul
Esta pelea es, sin lugar a dudas, el mayor desafío que tendrá Jake Paul (12-1-0) dentro de un cuadrilátero.
Si bien el youtuber devenido en boxeador ha enfrentado a boxeadores profesionales previamente (como ser los casos de Julio César Chávez Jr., Mike Tyson y Tommy Fury), a excepción del británico Fury, con quien cayó por decisión dividida, los otros dos peleadores lejos se encontraban de su prime al momento de pelear con Paul.
Respecto de estos dos púgiles, mientras es de público conocimiento la “otra batalla” que libró Chávez Jr. a lo largo de su vida (esta es, aquella que tuvo con las drogas y el alcohol) y que repercutió de manera directa en la carrera del mexicano de 39 años, no eran pocos los que temían por la salud de Tyson cuando asumió la pelea con Paul (al momento del combate, que se dio en noviembre del año pasado, “Iron” tenía ni más ni menos que 58 años).

¿Representa esta pelea un riesgo para Jake Paul?
La pregunta más evidente, entonces, es la siguiente: ¿representa esta pelea un riesgo para Jake Paul?
La respuesta es un contundente sí. A pesar de que Joshua (28-4-0) sufrió en los últimos seis años las cuatro derrotas que tuvo en toda su carrera, y viene de caer ante su compatriota Daniel Dubois (fue en septiembre del año pasado por nocaut), el británico de 36 años fue dos veces campeón unificado de peso pesado (FIB, AMB, OIB y OMB) y medallista olímpico en la categoría peso superpesado de los JJ.OO. de Tokio 2012.
Además, una de las pocas veces que Joshua se ha enfrentado a boxeadores de breve trayectoria y con poca experiencia, la pelea terminó por la vía rápida en favor “AJ”.
Al menos eso fue lo que sucedió cuando Joshua chocó con el temible Francis Ngannou, excampeón de peso pesado del UFC, a quien, a pesar de su tamaño y gallardía, noqueó en el segundo asalto con un brutal recto de mano derecha.
Todo esto sin mencionar el aspecto físico, en el que Joshua aventaja a su próximo rival de manera contundente. El británico es 13 cm más alto que el estadounidense (1.98m vs. 1.85m) y, a lo largo de su carrera, ha pesado entre 104 y 115 kg, bastante más que el peso que dio Paul en su última pelea ante Chávez Jr., donde acusó en la báscula unos 90 kg.

El formato de la pelea
El combate entre Paul y Joshua no es una pelea de exhibición, sino un combate oficial de peso pesado pactado a ocho asaltos de tres minutos cada uno.
En cuanto a los guantes, para esta pelea ambos pugilistas utilizarán los de 10 onzas, el peso estándar para dicha categoría.
























