Fernando “Pumita” Martínez volvió a demostrar por qué es uno de los grandes nombres del boxeo argentino actual. Este fin de semana, en el Ota City General Gymnasium de Tokio, el púgil bonaerense se impuso por decisión unánime ante el japonés Kazuto Ioka, en un combate electrizante que marcó la cuarta defensa exitosa de su título mundial supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El fallo fue claro pero no exento de tensión: los jueces lo vieron ganar con tarjetas de 115-112, 117-110 y 114-113, reflejando un duelo ajustado que mantuvo el suspenso hasta el final. Martínez, de 33 años, volvió a Japón con la misma determinación que lo consagró como campeón y, pese al empuje del púbico local, se mantuvo firme en su estrategia.
Del otro lado del ring estuvo Ioka, una leyenda del boxeo asiático, de 36 años, excampeón en cuatro divisiones (desde minimosca hasta supermosca) y con amplio recorrido internacional. Su técnica y experiencia le dieron momentos de dominio, pero no fueron suficientes para torcer la historia.
El combate, desarrollado en un escenario emblemático como el Ota City, fue seguido con atención por la comunidad boxística y aficionados argentinos, que se quedaron despiertos para ver a su campeón volver a brillar en tierras orientales.
Con esta victoria, el “Pumita” consolida su lugar en la élite del boxeo mundial y deja abierta la puerta a nuevos desafíos en una categoría cargada de talento y exigencia.