Lucía Biglia Oronel Fay empezó a jugar a los seis años al vóley en Barrio Parque, en la ciudad de Córdoba. A los 11, comenzó su carrera profesional en el club Parque Vélez Sársfield. Hoy, ya con 15 años, forma parte de la selección sub 17, que representará al país en el campeonato sudamericano de Vóley en Lima, Perú.
“Es inexplicable lo que uno siente al ponerse la camiseta de la selección con tan sólo 14 o 15 años, sé que a un montón de chicas les encantaría estar en ese lugar”, relata Lucía, visiblemente emocionada por su viaje a Buenos Aires junto con el equipo y por los partidos que jugará durante la semana del 17 al 21 de septiembre.

Lucía y el Vóley
Su relación con el deporte comenzó cuando su mamá, también jugadora, la llevó a un entrenamiento. Desde ese momento, se enamoró: “Creo que el vóley te deja muchos valores, desde el trabajo en grupo y la empatía hasta la responsabilidad con los horarios, los entrenamientos y la alimentación”.
Lucía ha participado en múltiples competencias que -según cuenta- fueron fundamentales para su preparación profesional. Este año participó en el Open Neco de Necochea, la Liga Federal de primera división y diversos amistosos contra clubes de Chaco y Rosario.
El jueves, Lucía, junto a 14 chicas más, entre ellas dos cordobesas del interior Antonella Juncos (San Francisco) y Lucia Novello (Villa María), partirán rumbo a Buenos Aires para comenzar la concentración.

Una “doble vida”: jugar en la selección y ser estudiante
Lucía balancea sus entrenamientos con sus estudios. Asiste al colegio Gabriel Taborín y entrena al menos tres horas y media, tres veces por semana, en barrio Parque Vélez Sarsfield,
“Con el cole organizarse es un problema. Desde noviembre del año pasado venimos concentrando (con la selección) 15 días al mes, lo que me deja 1 ó 2 semanas para hacer las pruebas de casi todas las materias", contó la joven. “La verdad es que es complicado, y la comprensión de los profes es fundamental”, remarcó.
Sin embargo, la adolescente está orgullosa de sus logros y de su participación en el equipo nacional. “Cuando me llamaron a concentrar lo primero que sentí fue orgullo, ese es el momento en el que uno comienza a ver reflejado el sacrificio, esfuerzo y la pasión que uno pone al deporte que ama hacer", explicó
Consultada por la exigencia entre el colegio y el deporte, Lucía contó: “Creo que la salud mental es exactamente igual de importante que la física en el deporte".
“Cuando nos gana la cabeza creo que nosotros mismos somos nuestros peores enemigos”, agregó. “Al principio me costaba mucho jugar bajo presión, siempre jugué en categorías más grandes y eso me generaba bastante presión y uno de chico pocas veces sabe cómo manejarlo", recordó.
No obstante, la joven no sólo destacó el respaldo de sus profesores y del colegio, sino también de su familia: “Tengo la suerte de que mi familia siempre me apoyó y me acompañó en todas mis decisiones y en cada momento".
Sobre su futuro, Lucía contó que está segura con el vóley: “Al inicio me costó un montón el hecho de aceptar todos los sacrificios que implica ser deportista y tenía mucho miedo a perder otras cosas, pero hoy se y estoy segura de que es lo que yo quiero hacer", remarcó.
“Estoy feliz de haber tomado las decisiones que tome y mis amigos me acompañan y me ayudan siempre”, cerró la joven.
*Practicante del Colegio Universitario Politécnico