El Papa León XIV, conocido por su fervor deportivo, recibió este miércoles en el Vaticano al número uno del tenis mundial, Jannik Sinner, acompañado por su familia y por el presidente de la Federación Italiana de Tenis y Pádel (FITP), Angelo Binaghi. La visita tuvo lugar en las salas contiguas al Aula Pablo VI y fue confirmada por el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, a la agencia EFE.
“Es conocida la pasión del Papa por el deporte”, señaló Bruni, quien precisó que el encuentro se dio en un ambiente distendido y familiar.
El Pontífice, de nacionalidad estadounidense, ya había demostrado su sentido del humor y su afición al tenis días antes, durante una audiencia con periodistas. Ante la propuesta de participar en un torneo benéfico, bromeó: “Podría hacerlo... mientras no traigan a Sinner”, en un juego de palabras con el apellido del italiano, que en inglés significa “pecador”.
Cuando otro grupo le propuso disputar un partido de dobles, el Papa respondió entre risas: “No soy tan bueno”.
Sinner, quien venía de eliminar a Francisco Cerúndolo en el Masters 1000 de Roma, se refirió al comentario del Papa tras su victoria frente al neerlandés Jesper De Jong, que le aseguró un lugar en los octavos de final del torneo. “¿Jugar con el Papa? No me metáis en líos…”, dijo entre risas. Y añadió: “He oído que jugaba cuando era niño, y para nosotros los tenistas es muy bueno saber que al Papa le gusta nuestro deporte. Para el futuro, ya veremos”.
El número uno del ranking ATP aprovechó su día de descanso en la capital italiana para visitar al Sumo Pontífice. Estuvo acompañado por sus padres, Hanspeter y Siglinde, así como por Binaghi, en una audiencia que combinó lo espiritual con la pasión por el deporte.