El italiano Jannik Sinner, número 2 del mundo, avanzó con firmeza en su debut en el Masters 1000 de París, el último del año, al vencer al belga Zizou Bergs (41° del ranking) por 6-4 y 6-2 en una hora y 29 minutos. En la próxima ronda se enfrentará al argentino Francisco Cerúndolo.
Sinner llegó con el trofeo de Viena recién conquistado el domingo pasado, también en pista cubierta, superficie en la que acumula 22 triunfos consecutivos. Este rendimiento lo posiciona como principal candidato al título.
La eliminación en primera ronda del español Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, le abre la posibilidad de recuperar la cima del ranking, algo que logrará si se consagra campeón el 2 de noviembre.
Sin embargo, mantener ese puesto será complicado tras el Torneo de Maestros de Turín, donde defiende 1.500 puntos, frente a los 200 de Alcaraz. El murciano tiene todo a favor para cerrar el año como número 1 por segunda vez en su carrera, tras lograrlo en 2022.
Por ahora, Sinner avanza en un certamen donde sus actuaciones anteriores no estuvieron a la altura de su prestigio. Ante Bergs, consiguió apenas su segunda victoria en París bajo techo en cuatro participaciones.
En 2023, disputó un partido que terminó de madrugada y, al día siguiente, decidió retirarse para preservar sus opciones en Turín.
Ahora busca conquistar el quinto Masters 1000 de su carrera, el primero de esta temporada, marcada por una suspensión por dopaje en primavera. A pesar de ello, disputó las finales de los cuatro Grand Slam y ganó dos: Australia y Wimbledon.
Su próximo rival será Cerúndolo, a quien superó en tres de los cinco enfrentamientos previos, el último este año en el Masters 1000 de Roma, donde volvió a competir tras cumplir una sanción por dopaje.
El argentino logró una trabajada victoria ante el serbio Miomir Kecmanovic (53° del mundo) por 7-5, 1-6 y 7-6(4), en dos horas y 28 minutos.
Cerúndolo, que nunca superó los octavos de final en París, debió exigirse al máximo para vencer a un rival incómodo, tras ceder sin resistencia el segundo set y desaprovechar cuatro oportunidades de quiebre.
