Francisco Cerúndolo, número uno del tenis argentino, vuelve a escena esta semana en el polvo de ladrillo del Foro Itálico, donde inicia su participación directamente en segunda ronda del Masters 1000 de Roma.
Aún sin rival confirmado, el porteño buscará reencontrarse con su mejor versión sobre una superficie que lo potencia y lo conecta con sus raíces tenísticas.
Después de un arranque de año irregular, Cerúndolo llega a Roma con la chance de sumar confianza de cara a Roland Garros. Y lo hará rodeado de una delegación argentina numerosa: Etcheverry se medirá con Djere, Navone con el local Cina, Comesaña enfrentará a Altmaier, y Ugo Carabelli debutará ante un jugador surgido de la qualy. Sebastián Báez, por su parte, también arranca en segunda ronda.
En un torneo donde los gigantes como Alcaraz y Sinner solo podrían cruzarse en una hipotética final, Cerúndolo busca hacerse su espacio. Roma siempre se prestó para las sorpresas. Y el argentino sabe que, en su mejor versión, puede ser una de ellas.