La marplatense Solana Sierra escribió este viernes una página inédita en la historia de Wimbledon: se convirtió en la primera ‘lucky loser’ —jugadora repescada de la clasificación— en alcanzar los octavos de final del Grand Slam británico. Lo hizo tras vencer en tres sets a la española Cristina Bucsa, por 7-5, 1-6 y 6-1.
Sierra, que entrena en la Rafa Nadal Academy bajo la dirección técnica de Miguel Fragoso, combinó 28 golpes ganadores con 44 errores no forzados en un duelo cambiante, donde supo reponerse de un duro golpe físico y anímico.
En el segundo set, frustrada por el desarrollo del juego, golpeó la raqueta contra su propia mano, la tiró al piso e intentó patearla. El gesto terminó con una lesión en uno de sus dedos, que obligó a parar el encuentro y solicitar asistencia médica.
Con un vendaje en la mano y visiblemente afectada, la argentina perdió tres juegos consecutivos y quedó en desventaja también en el arranque del tercer set. Pero sacó a relucir su carácter: hilvanó seis juegos seguidos para quedarse con el partido y lograr una clasificación histórica.
Sierra había perdido en la tercera ronda de la fase previa, pero se metió en el cuadro principal gracias a una baja de último momento. Desde entonces, no paró de sorprender: ya dejó en el camino a Olivia Gadecki, Katie Boulter y ahora a Bucsa. En octavos podría cruzarse con una campeona de Grand Slam como Madison Keys, si la estadounidense supera a la alemana Laura Siegemund.
La última argentina en llegar tan lejos en Wimbledon había sido Paola Suárez en 2004. Hoy, dos décadas después, Solana Sierra se anota con nombre propio entre las grandes sorpresas del torneo.