Córdoba, su deporte y su rugby se aprestan a vivir un acontecimiento único, de esos que se dan muy de vez en cuando, a tal punto que en este caso se concretará por primera vez en la historia.
El partido entre las selecciones nacionales de Argentina y Nueva Zelanda, por la primera fecha del Rugby Championship 2025, que se jugará el sábado a las 18.10 en el estadio Mario Alberto Kempes, será el primero entre ambos en Córdoba. Eso sólo ya lo marca como histórico.
El movimiento y la expectativa que se palpitan en suelo cordobés desde que se confirmó el test en el Kempes, profundizados en las últimas horas, sólo reafirman que se está ante la escenificación de un espectáculo irrepetible.
Una muestra más de lo grandioso del encuentro fue el entrenamiento abierto del Los Pumas el sábado en el Kempes, donde 10 mil personas fueron a darle su apoyo al plantel albiceleste.
Para que este Argentina-Nueva Zelanda pudiera ser posible hubo muchísima dedicación dirigencial de las uniones cordobesa y argentina, de funcionarios de los gobiernos provinciales y municipales y de empresarios, en un compromiso conjunto.
Eso también es para rescatar, y realza uno de los valores distintivos del rugby que es el trabajo en equipo. Es todo ganancia, porque la provincia es anfitriona de otro evento deportivo excepcional que genera ingresos y beneficios a muchos sectores, Córdoba ratifica el protagonismo como plaza deportiva con un estadio y una infraestructura privilegiados y el rugby local y del interior del país recibe un impulso fenomenal para su difusión de gran impacto.
Pero hay una razón que garantiza que lo que se viva por estos días en Córdoba sea extraordinario: el enfrentamiento entre dos seleccionados que despiertan pasión, adoración y admiración. Porque si hay algo que Los Pumas pueden asegurar es la capacidad de conmover con su entrega cada vez que pisan una cancha. Más allá de los resultados, dejan la piel por la celeste y blanca. Les puede ir bien o mal, pero es muy difícil cuestionarles su predisposición. Y qué decir de los All Blacks... son sinónimo de rugby, selección leyenda, inspiradora desde su nacimiento.
Si el rugby encuentra su piedra basal en Inglaterra en 1823, sin duda una de sus semillas más fértiles se reprodujo en la lejana Nueva Zelanda, tierra donde este deporte ocupa una trascendencia primordial. Desde 1870, cuando se jugó por primera vez en la isla, pasando por 1892 (fecha oficial de creación de la unión neozelandesa), todo fue progreso y crecimiento en la vida del seleccionado que en 1905, en una extensa gira por el hemisferio norte, tomó el nombre de All Blacks por su vestimenta.
Los datos de los de negro impresionan con, por ejemplo, un porcentaje de partidos ganados del 76%, y sólo ocho selecciones que los han derrotado a lo largo de la historia (Australia, Inglaterra, Irlanda, Francia, Sudáfrica, Gales, Argentina y la desaparecida Rodhesia del Sur, hoy Zimbabue) desde su primer partido en 1903.
Ante esa selección, faro de cualquier persona que elija el rugby como su deporte en esta parte del mundo, jugarán Los Pumas en Córdoba. Aunque el historial le es desfavorable (jugaron 39 partidos, con 35 triunfos negros, tres albicelestes y un empate), Argentina ya sabe lo que es derrotarlos: lo hizo en 2020, 2022 y 2024.
Ahora a nuestra selección le espera un tremendo desafío del cual su staff y plantel son conscientes. Y aunque saben que será durísimo quieren borrar, en forma definitiva, el rótulo de “batacazo” y que cada vez se haga más habitual la realidad de vencer a los míticos All Blacks.