Facundo Pueyrredón y Santino Zangara son cordobeses. El primero se formó en La Tablada; el segundo, en Tala RC. Ambos forman parte de la sangre nueva de Los Pumas 7s, el seleccionado argentino que, desde hace por lo menos dos temporadas, está en lo más alto del Circuito Mundial de seven. Ellos representan a la nueva camada de jugadores, a los que buscan sumar experiencia en un equipo que se autodenomina “familia” y que, sobre la base del trabajo, la planificación y el compromiso, se mantiene en el top five del deporte mundial.
Con 25 años, Pueyrredón es, de los dos, el que primero se sumó al elenco que conduce Santiago Gómez Cora. Él mismo admite que fue “medio de sorpresa” el llamado. “No me lo esperaba; no es que le había cerrado las puertas al rugby profesional, pero estaba en una época en la que faltaba poco para recibirme (es arquitecto), estaba trabajando en un estudio y ya me había enfocado en eso”, contó a La Voz el back.
Pero el llamado llegó y cambiaron los planes. La convocatoria para disputar los Juegos de Playa en Santa Marta (Colombia) le abrió las puertas al mundo de Los Pumas 7s. “Ahí se fue gestando todo y fue creciendo el camino del seven; la verdad es que siempre fue algo que me gustó, siempre lo jugué con el club a fin de año y veía a los chicos (muchos de ellos compañeros hoy en el seleccionado) cuando jugaban, pero no estaba tan adentrado en ese mundo porque lo mío fue siempre el 15”, agregó “Facu”.

Si bien Zangara tiene algunos puntos en común con Pueyrredón, su llegada al equipo se dio de otro modo. El jugador formado en Tala RC fue convocado en los últimos meses de 2024 a un trial de la Unión Argentina de Rugby (UAR). “Seguíamos a los chicos (de Los Pumas 7s), nos juntábamos con nuestros amigos y los seguíamos sin importar la hora ni el día que jugaran, los veíamos, pero personalmente el primer contacto que tuve con el seven fue a los 18 años”, relató Santino, quien aseguró que, tras jugar su primer Seven de la República, se sumó a otro más.
Para el jugador de 1,90 metros, la convocatoria al trial de Córdoba también le significó una apertura de puertas para sumarse al seleccionado. El cordobés venía de un año cargado por las lesiones (estuvo invitado a Dogos XV, pero no sumó minutos) y el llamado “mejoró el esquema”. “Por suerte, viene saliendo todo muy bien”, aseveró.
La magia del seven
El equipo contagia, los aficionados (y los que no lo son) siguen a este grupo (jugadores y staff) que rompe barreras y supera sus propios límites, o parece demostrar que no tiene límites. Los Pumas 7s generaron un fenómeno inigualable no solo en Argentina. El mundo los respeta y ellos son referentes para muchos otros jugadores de los que son espejo.

“El equipo está hoy en un nivel muy alto y eso hace que la gente quiera presenciar eso. No es algo normal, pero el equipo siempre está en instancias finales, y eso genera que la gente quiera saber. Pero, en realidad, para la gente que no entiende tanto de rugby o que no es fanática de ver rugby, el juego del seven es mucho más dinámico, más divertido, hay mucho movimiento, mucho intercambio, es más vistoso”, expresó el hombre de La Tablada.
Y el de Tala RC reafirmó lo dicho por su compañero de seleccionado: “Concuerdo mucho con lo que dice ‘Facu’; el seven es un deporte muy entretenido para el espectador, pasan muchas cosas en muy poco tiempo. Es también muy accesible para ver, de poca duración en comparación al 15. Siento que el equipo también transmite unas energías que al espectador le gustan mucho. Es un grupo de amigos que se nota que se divierte mucho en la cancha, y eso al espectador le llama un poco la atención”.
El próximo 3 y 4 de mayo, tras finalizar la fase regular como bicampeones, Los Pumas 7s jugarán la Gran Final en Los Angeles, torneo en el que integrarán la Zona A junto con Sudáfrica, Francia y Gran Bretaña.
“El equipo lo vive con mucha tranquilidad por todo el año que tuvimos y lo que fuimos construyendo durante toda la temporada, sin volverse loco, haciendo lo que venimos haciendo y que por eso también estamos donde estamos”, indicó Pueyrredón.
Para Zangara, cada uno lo vive a su manera y es muy personal cómo se lo transita. “El equipo se mostró muy convencido durante todas las etapas y esta vez no va a ser la excepción. Vamos a dar nuestra mejor versión, como venimos haciéndolo, no tenemos ninguna duda de que el equipo va a funcionar como viene haciéndolo este año”, completó Santino.
El aporte de Pueyrredón y de Zangara a Los Pumas 7s
Los dos jugadores cordobeses comparten mucho tiempo juntos cuando están en Buenos Aires entrenando con Los Pumas 7s y, en las giras, coinciden en la misma habitación. Son amigos, se llevan muy bien y, además de las tardes de mate, truco, juegos de mesa y trabajo o estudio frente a la compu, también hay margen para los chistes que surgen de la rivalidad entre sus clubes: La Tablada y Tala RC.

Ambos llegaron al seleccionado para hacer su aporte rugbístico y tienen bien claro cuál es su función. “Yo cumplo con el rol de ball carrier. Darle obtención al equipo y poner la pelota “, dijo el estudiante de Administración de Empresas. Y también se refirió a cuáles son los aspectos que tiene que mejorar: “Siempre se puede mejorar todo, pero me estoy enfocando en las salidas”.
Al arquitecto hoy le toca jugar de 9 (en la modalidad 15 jugaba de centro) y su rol es el de conducir y hacer que el equipo juegue. “No es una posición fácil, pero intento acostumbrarme a esa posición que es la que hoy me toca e intento que el equipo juegue pasando bien la pelota, tirando bien el line, haciendo buenas salidas, que el resto se destaque y juegue bien”, se sinceró Pueyrredón.

Y, sobre lo que tiene que seguir trabajando, afirmó: “Me estoy enfocando en pasar bien la pelota, tirar bien las salidas y no caer en el juego del de 15, que es un poco morir con la pelota; distribuir un poco más y hacer que el resto juegue”.
Y el resto juega; juega con un objetivo fuerte a corto plazo: la Gran Final de Los Ángeles.