Toulouse ratificó su dominio en el rugby francés al coronarse campeón del Top 14 por vigésima cuarta vez en su historia, tras una vibrante y dramática final contra Bordeaux. El encuentro, disputado en el Stade de France, concluyó con un marcador de 39-33 a favor de Toulouse en tiempo suplementario, después de un empate a 33 puntos en los 80 minutos reglamentarios.
En el campeón, el cordobés Juan Cruz Mallía volvió a tener una campaña destacada y celebró una nueva coronación con el equipo que lo tiene como una de sus principales referencias. En el plantel está otro cordobés, Efraín Elías. Otro argentino que también celebró el cetro es Santiago Chocobares.
Una definición apasionante
La final fue un verdadero espectáculo de ida y vuelta, con alternancia constante en el marcador y momentos de altísima tensión. Thomas Ramos se erigió como la figura del partido para Toulouse, contribuyendo con un impresionante total de 24 puntos, incluyendo los penales decisivos en el segundo tiempo extra que sellaron la victoria. Otros jugadores clave en la victoria de Toulouse incluyeron a Anthony Jelonch, descrito como “monumental”, y Jack Willis, incansable en el contacto y el breakdown. La solidez colectiva, la experiencia en instancias decisivas y la jerarquía de sus figuras fueron fundamentales para el festejo de Toulouse.
Por parte de Bordeaux, que jugaba su primera final de Top 14, la actuación fue de enorme carácter y competitividad. El argentino Guido Petti tuvo un desempeño destacado, a pesar de haber recibido una tarjeta amarilla en el primer tiempo. Se reivindicó con un try fundamental en el tramo final de la segunda etapa, que fue un momento clave del partido.
Entre los jugadores argentinos que brillaron en esta final, se destacó la presencia del cordobés Mallía, que desempeñó una tarea clave tanto en defensa como en el juego con la pelota.
Con esta nueva consagración, el conjunto rojinegro no solo extiende su récord como el club más ganador de Francia con 24 títulos de liga, sino que también consigue su tercer título consecutivo en la liga doméstica, consolidando su dominio absoluto en el rugby galo y ratificando su condición de potencia indiscutible en el rugby europeo.